Dos horas le bastaron al juez Víctor Zúñiga para declarar infundado el pedido de la Fiscalía que pretendía revocar la orden de comparecencia restringida contra Keiko Fujimori y volver a dictarle prisión preventiva por presuntamente haber infringido las normas de conductas al reunirse con testigos del caso Odebrecht, como Miguel Ángel Torres.
La tarde de ayer, tras escuchar los argumentos del fiscal José Domingo Pérez y de la abogada Giulliana Loza, el magistrado rechazó la solicitud y ordenó el cumplimiento estricto de las medidas que se impusieron en 2020 como condición para excarcelar a Fujimori.
Para Zúñiga, la acusada sí incumplió con las normas; sin embargo, como no existió un apercibimiento por parte del fiscal Pérez o del juzgado, la audiencia de ayer representaría el primer llamado de atención. De incumplirse esta vez, el fiscal Pérez podrá solicitar prisión preventiva.
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Bajo las disposiciones del PJ, además de romper comunicación con Torres, Fujimori deberá apartarse de Lourdes Flores, quien también está involucrada en el caso. “Requiero a la señora Fujimori el cumplimiento estricto de todas las medidas. De no hacerlo, se dictará nuevamente prisión preventiva”, advirtió Zúñiga.
Durante la audiencia, la lideresa de FP aseguró que seguirá colaborando con la justicia. “Si yo pensara que existe alguna restricción, no me habría reunido con Miguel Ángel Torres. Quiero ratificar que siempre voy a colaborar con la justicia y que soy inocente”, expresó.
El penalista Luis Lamas Puccio consideró que lo más inteligente que puede hacer Fujimori es acatar el apercibimiento. “Este es un caso complejo que no se puede separar de la segunda vuelta. Keiko ha estado en campaña y ha tenido a muchas personas a su alrededor, así como hay muchos involucrados en el caso Odebrecht”, dijo a Perú21.