Carlos Bruce: "Edgard Alarcón no tiene autoridad moral para seguir como contralor" [Entrevista]

El vocero de la bancada de Peruanos por el Kambio indicó que el titular de la Contraloría tiene demasiados cuestionamientos y que si se aferra al cargo es por egoísmo.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

23/08/2019 - 10:17

Luego de revelarse la denuncia que un auditor de la Contraloría interpuso contra el titular de dicha institución, Edgard Alarcón, ante el Congreso, por una serie de hechos presuntamente irregulares, el vocero de Peruanos por el Kambio, Carlos Bruce, insiste en que la renuncia es la única salida del contralor.

¿Mantiene su opinión de que el contralor Edgard Alarcón debe renunciar?

-Sí, no hay forma de que el contralor, con la cantidad de denuncias que tiene encima, pueda hacer una acción de control y cumplir bien su función. Ya está muy cuestionado. Hay que tener autoridad moral y él no la tiene. Por ejemplo, él (Edgard Alarcón) está obligado a fiscalizar que los demás funcionarios del Estado declaren sus actividades, pero, ahora, con qué autoridad moral lo exigirá si él mismo no lo hacía. Le haría un gran bien al país si presentara su renuncia. Incluso, organismos anticorrupción como la CAN le piden que no asista a las sesiones. Esto está clarísimo. Si Alarcón se aferra al cargo, es por un egoísmo de su parte. Dar un paso al costado no es reconocer a un delito, sino poner por delante al país, ya que no tiene autoridad moral.

El congresista Javier Velásquez Quesquén ha presentado una moción para que se trate la destitución de Alarcón en la Comisión Permanente…

-Sí y espero que entre en agenda pronto porque la única comisión que puede ver la destitución del contralor es la Comisión Permanente y tiene que abocarse a ver este tema. Nosotros como bancada nos hemos adherido a la moción del congresista Velásquez Quesquén. Hay quienes piden que antes se debe hacer una investigación, pero eso también lo tiene que ver la Comisión Permanente. No puede relegarse a otra comisión como Fiscalización, así lo dice el Reglamento del Congreso.

Cambiando de tema, el ministro de Transportes, Bruno Giuffra, anunció que se suspendió por tres meses la adenda para la construcción del aeropuerto de Chinchero. ¿Le parece una buena decisión?

-Lo que se está haciendo es dejar todas las puertas abiertas. Al nuevo ministro Giuffra se le ha encargado que evalúe todas las posibilidades respecto al proyecto Chinchero y que sugiera un curso de acción que puede ir desde dejar sin efecto el contrato o renegociar la adenda. Nada ha sido decidido, excepto que la actual adenda no va.

Luego de la renuncia de Martín Vizcarra al MTC, se vienen más interpelaciones. Fuerza Popular ha confirmado que presentará una moción de interpelación contra Carlos Basombrío, ministro del Interior, mientras que se baraja la misma acción contra Patricia García, ministra de Salud…

-La oposición tiene un rol que es ayudar a mejorar la calidad de la democracia. Entonces, debe medir cuándo puede caer en excesos y convertirse en obstrucción. Ser parte de la oposición no significa que todo sea interpelación, es más que eso. La interpelación es un mecanismo válido, pero con prudencia. En el caso de Martín Vizcarra fue la primera vez que vi una interpelación con más de 80 preguntas. Es mucho. La intención de que vaya al Pleno es para debatir. Pero con esa cantidad de preguntas, la interpelación se vuelve monótona. Como consecuencia, muchos congresistas no se dan cuenta que el ministro ya respondió las preguntas que ellos vuelven a formular en su intervención. Por el bien de la interpelación deberían centrarse en el debate.

¿Tiene justificación una posible interpelación a Carlos Basombrío y Patricia García?

-No hay justificación para interpelar ni a Basombrío ni a García. En el caso de Basombrío se ha usado la marcha del Movadef (fachada de Sendero Luminoso). Yo creo que Movadef debe estar muriendo de risa por la publicidad que le dan. Se le ha dado demasiada importancia torpemente a una institución que debería ser ignorada y más bien vigilada. En tanto, García ha estado en el norte del Perú luchando contra el dengue. Además todas las competencias de Salud han sido transferidas a las regiones. No es competencia del gobierno central pero debido a la emergencia el gobierno ha salido a apoyar en este proceso.