Edificio de Editora Perú ubicado en el Centro de Lima. (Andina)
Edificio de Editora Perú ubicado en el Centro de Lima. (Andina)

, la empresa pública que administra el diario El Peruano y la agencia de noticias Andina, se maneja de forma muy sospechosa. El pasado 11 de febrero, el directorio cambió repentinamente al gerente general Gonzalo Alegría Varona y puso en su lugar a Gilbert Vallejos Ágreda, el gerente de Planeamiento y Desarrollo de la empresa estatal. La remoción de Alegría sucedió ni pasados los tres meses de su designación.

Pero aquí viene lo grave. El nuevo gerente es un funcionario a quien la Contraloría halló responsable del mal manejo del presupuesto para la cobertura periodística de los Juegos Panamericanos de 2019.

En el lapidario informe del 27 de noviembre de 2020, la Contraloría detectó que la compañía estatal no cumplió con el convenio suscrito con el proyecto especial de los Panamericanos, a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

El directorio de Editora Perú designó a Gilbert Vallejos pese a que la Contraloría halló irregularidades en sus funciones.
El directorio de Editora Perú designó a Gilbert Vallejos pese a que la Contraloría halló irregularidades en sus funciones.
La Contraloría advirtió en noviembre de 2020 que Gilbert Vallejos incurrió en faltas civiles y administrativas.
La Contraloría advirtió en noviembre de 2020 que Gilbert Vallejos incurrió en faltas civiles y administrativas.

A Editora Perú se le asignaron 3 millones 717 mil 136 soles para hacer notas periodísticas de los distintos encuentros deportivos. Sin embargo, según el acuerdo, si necesitaba más fondos, debía firmar una adenda previa con el proyecto especial para proceder al gasto. El gasto adicional se registró, pero fuera de la adenda.

Y aquí es donde aparece Gilbert Vallejos. Según el informe, Vallejos incumplió su responsabilidad como administrador del convenio y permitió que se realicen desembolsos que sobrepasaron el presupuesto.

Los gastos fueron para la contratación de redactores de biografías, redactores de inglés y de español, y editores en ambos idiomas. El costo por ello ascendió a 279 mil 606 soles.

El pedido de adenda llegó después de los gastos, claramente fuera de las reglas establecidas. El proyecto especial no aceptó esa solicitud y Editora Perú se vio obligada a costear las contrataciones con sus propios fondos.

Y ese es el perjuicio económico que advirtió la Contraloría, los 279 mil 606 soles que terminaron saliendo del presupuesto de la compañía periodística.

Además de Vallejos, el jefe de Logística, el gerente de Administración y el de Asesoría Jurídica afrontan faltas civiles y administrativas. Pero esto no es lo peor.

El cambiazo

El informe de Contraloría fue enviado al presidente del directorio de Editora Perú, Carlos Becerra, el 3 de diciembre del año pasado. Desde esa fecha, se dispuso que la gerencia general se encargue de conformar la comisión que ejecutará las recomendaciones de la Contraloría. En esa época, el gerente era el economista Gonzalo Alegría, quien inició con el despliegue del grupo de trabajo.

Pero a Becerra y a su directorio no se les ocurrió mejor idea que cambiar a Alegría y encargar sus funciones a Vallejos, el mismo funcionario señalado por las irregularidades. Es decir, juez y parte en el proceso que podía llevar a su eventual sanción.

Carlos Becerra es presidente del directorio de Editora Perú desde el 2016. (Facebook: Carlos Becerra)
Carlos Becerra es presidente del directorio de Editora Perú desde el 2016. (Facebook: Carlos Becerra)

Perú21 contactó a Becerra para conocer esta decisión y sus respuestas, en un principio, intentaban pegarse a la legalidad. “A él (Gilbert Vallejos) se le encargó esa responsabilidad por ser el funcionario más antiguo, quien conoce más la empresa”, sostuvo.

Indicó que el cambio se justificaba porque el anterior gerente general, Gonzalo Alegría, “realizó acciones que no estaban acordes a la directivas que se daban”. Aunque no quiso precisar de qué se trataban. “Fue por cosas que preocupaba a la clase trabajadora”, señaló.

No obstante, cuando se le consultó si no evaluaron los antecedentes de Vallejos, Becerra indicó que no estaba impedido de ocupar ese cargo porque no está sancionado. “Todo tiene un proceso. Mientras no esté comprobado que ha cometido una falta, no se le puede señalar de culpable”, argumentó en la primera comunicación telefónica.

En una segunda llamada, indicó que Gilbert Vallejos era “un funcionario de paso” y que “en los próximos días” sería removido de su cargo.

Momentos después de esa llamada, el directivo de Editora Perú se comunicó nuevamente con este diario para “anunciar” que Vallejos había renunciado al cargo y que el puesto será encargado a Agustín Rodolfo Saldaña Murrugarra, gerente de Administración y Finanzas. ¿No que no se podía nombrar a alguien diferente al funcionario cuestionado?

Para Alexandra Ames, especialista en gestión pública, “hay un problema de ética en el directorio de Editora Perú”.

“Hay una falla en el sistema de control en el sector público. Si bien existe una oficina de control en cada entidad, es la gerencia general la que toma las decisiones finales”, explicó a este diario. Así son nuestros funcionarios.

Tenga en cuenta

-Este diario intentó comunicarse con Gonzalo Alegría, y su abogado Juan Mallqui dejó por escrito su respuesta a las consultas sobre su remoción.

-”Se cumplió lo que le pidió el directorio (a Alegría) a lo largo de su gerencia general contando con la aprobación unánime de sus miembros. El Sr. Alegría lamenta estos hechos bochornosos”, expresó.