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Alfredo Thorne: “Es un shock temporal, no es permanente”
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El exministro de Economía y Finanzas Alfredo Thorne conversó con Perú21 sobre los efectos que la pandemia del coronavirus tendrá en la economía peruana. Afirma que si bien el turismo será uno de los sectores afectados, donde se verá realmente el shock será en la minería.
En líneas generales, ¿qué tan duro será el golpe del coronavirus para la economía del país?
Sabemos que será duro. Creo que entre los economistas tenemos nuestras diferencias. Nosotros ayer hemos revisado nuestras proyecciones y ahora proyectamos que la economía va a crecer 1.6% este año; antes proyectábamos 2.8%.
¿Eso es atribuible al coronavirus?
Este bajón es atribuible al coronavirus. Los efectos son complicados lamentablemente. Tenemos datos hasta enero y algo de febrero, y lo que muestran es que en las exportaciones habrá un shock muy importante. Recordemos que hasta enero los precios del cobre todavía crecían, en febrero han caído y creo que el efecto irá gradualmente afectando cada vez más la economía. Lo positivo que hemos visto de Estados Unidos es una respuesta muy fuerte de parte de la Reserva Federal (que ha bajado la tasa de interés); también la hemos visto en la de China. La información que recibimos de China muestra que el contagio del coronavirus ha empezado a bajar y muchas personas han empezado a recuperarse.
¿Es esta crisis económica comparable con la crisis global del 2008?
Hay tres posibles escenarios: uno que los economistas llamamos la recuperación en “V”, es decir, se desacelera la economía y se recupera el trimestre siguiente; este ya no se va a dar. Ahora estamos en lo que se llama la recuperación en “U”, es decir, que baja la economía, se queda un tiempo abajo y recién se recupera el tercer trimestre. Yo pienso que nos estamos yendo al escenario peligroso global que es el escenario en el que estamos cerca de una recesión. En ese escenario, China crecería al 1%, Estados Unidos prácticamente no crecería y Japón, que ha estado decreciendo, seguiría en este ritmo de crecimiento.
¿Cómo va a afectar esto a quienes menos tienen?
Vemos el efecto en dos partes. Primero, lo que los economistas llamamos un choque de oferta, es decir la interrupción de las cadenas productivas. Nosotros proveemos a las cadenas productivas chinas y esta crisis ha golpeado nuestras exportaciones. La segunda parte es donde estamos ahora, donde el coronavirus se empieza a expandir y a contaminar a la gente, y lo que tenemos es que la gente debe quedarse en sus casas. El gran riesgo ahí es que las empresas empiezan a hacer reducción de costos y, obviamente, uno de los más importantes es el costo laboral. Somos una economía muy informal, no generamos casi puestos formales. A mí, en lo particular, me preocupa que haya una sobrerreacción y perdamos, inclusive, puestos formales.
¿Cuál es el rol de las expectativas en esta crisis?
Aquí la psicología cumple un rol muy importante. La primera reacción de un agente económico sea consumidor o inversionista es prepararse para lo peor. Había un economista mexicano que me decía: “en las crisis hay que prepararse para lo peor y hay que rezar para lo mejor”. Yo pienso que estamos en una situación en la que nadie sabe qué es lo que va a pasar. Por ejemplo, la canciller de Alemania, (Ángela) Merkel, ha dicho que el 70% de los alemanes va a ser contaminado, eso genera una sobrerreacción en algunos casos.
¿Qué va a pasar con la población que vive de su trabajo diario si tiene que acatar una cuarentena?
Hay cierta parte de la cuarentena que se puede implementar. Pienso que el gobierno ha hecho bien, por ejemplo, en suspender las clases en los colegios y en las universidades y toda actividad que aglomere más de 300 personas. Sin embargo, hay ciertas cosas que no se pueden hacer. Ayer escuchaba al alcalde de Lima y le preguntaban si iba a suspender el transporte público y él dijo: ‘no puedo suspender el transporte público’, porque allí sí rompemos nuevamente una cadena de producción muy importante y paralizamos la economía. Entonces, allí nosotros entraríamos en una recesión. Hay que ser cuidadosos y tomar medidas preventivas. Hay que limpiar el Metro, el Metropolitano, los buses y preocuparnos por la sanidad que es un elemento importante para impedir la contaminación.
El Poder Ejecutivo ha dispuesto un par de medidas económicas: prorrogar el plazo para la declaración del Impuesto a la Renta y poner un arancel cero, ¿son suficientes?
El impacto sobre los informales va a ser difícil. (En el sector formal) algo que sí vería son los sobrecostos laborales. Así como han hecho un periodo de beneficio para que se pague el impuesto en junio, a las empresas, por ejemplo, les podrían permitir no pagar su contribución a EsSalud a los trabajadores que es 9% hasta junio; también se podrían retrasar las contribuciones a las AFP y a la ONP, que es 13% del costo del trabajo. (Hay que) tratar de reducir lo que los economistas llamamos sobrecostos laborales para no afectar el trabajo formal.
¿Y qué se puede hacer respecto del sector informal?
Yo pienso que ahí es pura sanidad. Me parece que es el Seguro Integral de Salud el que tiene que intervenir fuertemente; es un mundo en el que simplemente no tenemos control.
¿Debería el Estado compensar la reducción de gasto privado con un mayor gasto público?
Ayer el Banco Central de Reserva (BCR) publicó el estimado de déficit fiscal a febrero y ya estamos en 2%. No vería ningún problema en que vayamos un poco más allá, pero ese poco no va a generar mucho impacto en la economía. Hay que buscar otros mecanismos como el de las AFP y EsSalud que ayudan a los trabajadores directamente. Además, darle más recursos al Ministerio de Salud para fortalecer las medidas sanitarias.
El tipo de cambio ha superado la barrera de S/3.50. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con eso?
Lo que hay a nivel global es una masiva reducción de riesgos; cuando sucede esto todo el mundo se va al dólar porque es la moneda más segura. Con esto ganan fundamentalmente los exportadores y es bueno porque el shock negativo afectó precisamente a las exportaciones. Este beneficio les permitirá reorientar sus productos a Europa o Estados Unidos que estarían menos golpeados. ¿Quiénes pierden? Pierde nuestro poder adquisitivo para todos aquellos que queremos comprar productos en dólares.
¿Debería el BCR controlar un poco más el tipo de cambio para evitar movimientos bruscos?
Pienso que el Banco Central tiene una política muy correcta, que es solamente intervenir en los momentos en que ve movimientos especulativos del tipo de cambio que podrían romper la dinámica del mercado cambiario. El hecho de que el tipo de cambio se vaya a 3.56 no es el fin del mundo. El peso colombiano y el peso mexicano se han depreciado casi 13% en lo que va del mes. El sol solo se ha depreciado 3%.
Uno de los sectores más golpeados es el turismo. ¿Qué tan grave para la economía peruana es esto?
El golpe es fuerte en el sector, pero el turismo es una muy pequeña parte de nuestra economía. Donde realmente vemos el shock es en la parte más importante que es la minería. Esta se ha caído fuertemente en enero. Las exportaciones de prácticamente todos los minerales, excepto el oro, han caído. Las empresas del sector turismo se van a afectar, pero no es un efecto que va a arrastrar al PBI hacia abajo.
¿Cómo deberíamos reaccionar en nuestras economías familiares ante esta crisis?
Hay que utilizar sabiamente nuestros recursos, comprar solo las cosas que sean necesarias. No hay que volverse locos como con lo del papel higiénico y tener un ahorro que nos pueda durar si es que, por alguna razón, perdemos el empleo o, en el caso de los sectores informales, no logran mantener el ritmo de ingresos que tenían.
¿Y cómo deberían reaccionar las empresas?
Las empresas deben actuar de manera distinta. Este es un shock temporal, no permanente. Hay que pensar que la economía, eventualmente, se va a recuperar fuertemente. Lo que perdemos en la primera mitad del año es algo que vamos a ganar en la segunda mitad del año. Lo riesgoso sería que las empresas empiecen a pensar como si esta desaceleración va a durar más allá de un año. Eso hace que bajen sus planes de producción, reduzcan la contratación de trabajadores, etc.; eso no debería pasar.
¿El gobierno peruano ha podido responder mejor en materia económica?
Pienso que en la parte sanitaria ha podido responder antes, eso ya pasó. En la parte económica, el gobierno no debería escatimar en medidas. Debería utilizar la reducción de tasas, el estímulo al crédito y después medidas fiscales que vayan directamente a compensar los sobrecostos que estarían enfrentando sectores como el turismo, los puertos, aeropuertos o las Mypes. Debemos pensar que esto se va a normalizar en la segunda mitad del año. Si dejamos que la gente piense que esto no se va normalizar, entonces la economía va a entrar a una recesión.
¿Cuánto cree que nos tome salir de este bache a nivel global?
En el peor de los escenarios pienso que estaríamos recuperándonos en el cuarto trimestre de este año; eso le añade al crecimiento del 2021. Por eso nosotros bajamos nuestra predicción de crecimiento de 2.8% a 1.6% para el 2020, pero subimos la del 2021 de 3% a 3.9%. El consumidor y el productor ya deberían empezar a sentir la recuperación en el tercer y cuarto trimestre de este año.
TENGA EN CUENTA
- Alfredo Thorne es director ejecutivo de Thorne & Associates SAC, una empresa dedicada a la asesoría económica y financiera.
- Entre el 28 de julio de 2016 y el 23 de junio de 2017 fue ministro de Economía y Finanzas del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski.
- Es doctor en Economía de la Universidad de Oxford y tiene una Maestría en Desarrollo Económico de la Universidad de Cambridge.
- Ha sido economista del Banco Mundial y director de la Bolsa de Valores de Lima.
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