Los escándalos de Alejandro Toledo

El expresidente del Perú, Alejandro Toledo, no ha podido alejarse de la polémica, incluso estando lejos del país. Su último exceso fue reportado en 2019, en Estados Unidos, cuando lo arrestaron por haber estado en presunto estado de ebriedad en la vía pública.

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Ahora, después de haberse entregado a la justicia estadounidense para ser extraditado al Perú, recordamos algunos de sus escándalos, excesos y mentiras que han marcado su vida política.

Zaraí Toledo, su hija no reconocida

El caso Zaraí fue uno de los escándalos más sonados del expresidente, pues se hizo público en plena campaña presidencial del 2000. Al conocerse el caso, el expresidente fue duramente criticado al ponerse en duda sus valores y ética.

Incluso después de llegar a la Presidencia de la República, Toledo no reconocía ser el padre de Zaraí. No fue hasta el 2002, después de varios reportajes, que el ‘sano y sagrado’ finalmente reconoció a la entonces adolescente como su hija.

‘Secuestro’ en el Melody

Justo antes de que Alejandro Toledo asumiera la Presidencia del Perú, se hizo pública una foto en la que se podía apreciar al exmandatario junto a varias mujeres y copas de licor. Ante esto, Toledo declaró que fue ‘secuestrado’ y llevado al hostal ‘Melody’. “Lo único que recuerdo es un pañuelo puesto en la nariz, en la boca”, dijo en aquel entonces.

La versión de Toledo fue apoyada por Eliane Karp, su esposa, quien dejó entrever que el exjefe de estado fue secuestrado por Vladimir Montesinos, el exasesor de Alberto Fujimori, quien fue su rival durante las elecciones, pues se supo que el hecho habría ocurrido durante 1998.

Sin embargo, las investigaciones de las autoridades arrojaron que no hubo ningún secuestro, por lo que todo se habría tratado de una noche de excesos y desenfrenos entre Toledo y varias mujeres.

La ‘hora Cabana’

Alejandro Toledo nació en Cabana, un pequeño pueblo ubicado en Áncash. Cuando sus episodios de impuntualidad comenzaron a ser más frecuentes, se hizo popular la frase “la ‘hora Cabana’, la hora que al presidente le da la gana”.

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Su impuntualidad comenzó a volverse un escándalo cuando comenzó a llegar muy tarde a los actos públicos.

El ‘avión parrandero’

Durante su estancia en Palacio de Gobierno, el rumor sobre la fascinación del expresidente por el alcohol era cada vez más grande. Por el 2006, se hizo conocido el ‘avión parrandero’ para denominar a la aeronave presidencial, pues la prensa peruana informó que los integrantes de un vuelo oficial a España habrían estado ebrios.

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“No hay ningún avión parrandero”, dijo Alejandro Toledo. Sin embargo, este mismo diario informó que hubo un canciller que se quedó dormido por beber mucho y, al despertar, pidió que la pasen una botella.

Defraudó a su entorno

David Waisman, el exvicepresidente de su gobierno, también fue un íntimo amigo de Alejandro Toledo. Juntos, se embaucaron en la meta de llegar al sillón presidencial. Sin embargo, durante el camino, Waisman comenzó a desconocer a su amigo, a quien vio convertirse en un encantador sobreactuado para ganarse popularidad.

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Ahora, después de conocer que llegará para declarar sobre el tema de corrupción por el caso Odebrecht, el exfuncionario estatal ha dicho que espera que diga la verdad. “Él tiene varias enfermedades y una de ellas es la mentira...Es una persona que no garantiza nada y miente con mucha facilidad. Entonces, escucharlo realmente no garantiza nada”, sostuvo en una entrevista en TVPerú.

Por último, dijo que espera verlo en la cárcel. “Creo que el mejor puñete que le podría dar a él es verlo en la cárcel al lado de (Alberto) Fujimori”, indicó al diario Correo.

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