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El gobierno peruano decidió la estrategia legal que seguirá para solicitar a Estados Unidos la extradición de Alejandro Toledo: apostará por pedir, en primer lugar, la detención preliminar del prófugo ex presidente, quien es acusado de recibir US$20 millones en sobornos de parte de la empresa Odebrecht.
Fuentes de Perú21 en la Cancillería señalaron que, recurriendo a este camino, el Perú debe cumplir con sustentar el pedido de captura que finalmente será evaluado por un juez estadounidense, quien decidirá si esta procede o no.
Para ello, estaba previsto que un emisario del Ministerio de Relaciones Exteriores viajara anoche al territorio norteamericano llevando "la información complementaria" que reforzaría el sustento de solicitud de detención que ya había sido presentado el pasado viernes, un día después de que el Poder Judicial dictara la prisión preventiva para Toledo.
De ser admitida la orden de captura del ex jefe de Estado en el sistema judicial estadounidense, el Perú podrá iniciar los trámites para extraditarlo."Desde el momento en que se ejecuta el arresto en Estados Unidos, empieza el plazo de 60 días para tramitar el proceso de extradición", precisaron las fuentes diplomáticas a este diario.
Como se sabe, la Fiscalía peruana le imputa al ex presidente los delitos de lavado de activos y tráfico de influencias por, supuestamente, recibir millonarias coimas de la firma brasileña a cambio de entregarle la concesión de la carretera Interoceánica Sur.
El pasado viernes, la opción que manejaba el Ejecutivo para traer a Alejandro Toledo a territorio nacional era pedir a las autoridades de EE.UU. la expulsión del ex presidente.Sin embargo, esta alternativa fue descartada porque este recurso solo es aplicable cuando un ciudadano extranjero ha ingresado de manera ilegal a ese país.
"Ello no funcionaría con Toledo porque, además de haber ingresado a Estados Unidos de manera legal, él es un residente permanente y labora lícitamente allá", explicaron.
La otra posibilidad que se baraja es la que fue sugerida por el presidente Pedro Pablo Kuczynski a su homólogo norteamericano Donald Trump: que Toledo sea deportado.
"En la Ley de Migraciones de Estados Unidos existe una cláusula que señala que, en caso de que la presencia o actividades de un extranjero causen problemas en las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y el país nativo del ciudadano, el secretario de Estado puede evaluar la posibilidad de deportarlo", apuntaron desde Cancillería.
Indicaron que para que ello suceda "no es necesario un pedido formal", sino que depende "de la voluntad política" del gobierno estadounidense de devolver a la persona a su país.
En esto último coincidió el abogado Gunther Sanabria, abogado especialista en leyes migratorias de Estados Unidos. En diálogo con Perú21, Sanabria señaló que "es muy difícil que Toledo sea extraditado por su condición de ex presidente", pero recalcó que una decisión política de Trump podría hacer que este sea deportado al Perú.
Por otro lado, el jefe del gabinete, Fernando Zavala, indicó ayer que el gobierno está tomando las medidas necesarias para combatir la corrupción en el país y destacó, en esa línea, el último mensaje a la nación de Kuczynski."Tenemos que limpiar al Perú de la corrupción, hay esperanzas de lograrlo y vamos a seguir tomando acciones", manifestó en RPP.
Zavala, quien fue ministro de Economía durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), condenó a las empresas que hayan incurrido en esta práctica ilegal, pero pidió que no se incluya a todos los funcionarios de ese tiempo en el mismo saco. "Puede ser que haya servidores corruptos, pero no todos están en el mismo grupo", apuntó.
