Catorce días han pasado desde que el ex presidente Alan García ingresó a la residencia del embajador de Uruguay, Carlos Barros, solicitando asilo diplomático y acusando ser un perseguido político.
La última aparición pública del ex jefe de Estado fue el 17 de noviembre de este año, curiosamente el mismo día que se instaló en dicho lugar. Sus últimas declaraciones fueron: “No es un deshonor quedarme estos 18 meses en el país, estoy aquí aceptando sus reglas”, pero horas después, envió una carta al presidente uruguayo Tabaré Vázquez pidiendo asilo.
En la víspera, el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria del Sistema Anticorrupción, había dictado 18 meses de impedimento de salida del país para el líder aprista.
Hoy sábado, en la residencia del embajador, el ex mandatario recibió la visita de sus hijos, entre ellos Alan Raúl. Todos permanecieron en el lugar aproximadamente una hora.
Cabe anotar que García es investigado por el fiscal José Domingo Pérez en el marco de las presuntas irregularidades en la licitación de la Línea 1 del Metro de Lima.
Recientemente, la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima le abrió investigación preliminar por los presuntos delitos de colusión agravada y negociación incompatible por terminal portuario del Callao.