Una deuda de la escuela: la formación de las personas

En las últimas semanas, la preocupación que ha surgido en torno al año escolar es si los estudiantes van a pasar de grado de manera automática. Si bien es un tema de preocupación importante en tanto se deben garantizar los aprendizajes de los estudiantes, hay otro punto igual de relevante que no debemos dejar de lado y no estoy seguro de que estará presente al momento de tomar la decisión de la promoción automática.

En las escuelas no solo tenemos bajo nuestra responsabilidad garantizar aprendizajes de nivel académico, tenemos además la tarea de formar a nuestros estudiantes como personas. Debemos construir un concepto de ciudadanía en nuestro país y apuntar a que nuestros niños sigan un modelo de identidad que se base en el respeto, la formalidad, la empatía, la integridad y la resiliencia.

Muchos de los problemas de nuestro país, tienen una base en la formación de las personas y esa es una responsabilidad de los padres de familia y de las escuelas. Hoy vivimos una crisis de ética, de valores y de conciencia ciudadana que se ha materializado en indisciplina social, resistencia a las ordenanzas y problemas serios de comportamiento, tal como lo ha afirmado el psicólogo peruano Jorge Yamamoto.

Sabemos que esta crisis es dura y nos reta todos los días, pero no debemos dejar de verla como la mejor oportunidad para desarrollar, de una vez por todas, un plan para formar buenos ciudadanos. No solo la matemática y la comprensión lectora son importantes, sino también lo es el entendimiento cabal de parte de nuestros estudiantes de los beneficios del bien común. Es un trabajo indispensable si queremos pensar en un futuro sostenible para nuestro país.