Finalmente lo dijo. Ronald Alfredo Vera Alfaro (37) confesó haber asesinado a la joven Karina Copia Pérez, a quien asfixió y luego degolló en una vivienda de la urbanización residencial El Golf de Trujillo.
Durante el interrogatorio policial, y frente a las evidencias encontradas en el lugar del asesinato, el sujeto relató a las autoridades con lujo de detalles cómo asesinó a la modelo.
El general de la Macro Región Policial de La Libertad, general Oscar Gonzales Rabanal, en conversación con RPP Noticias, indicó que el Vera Alfaro utilizó una navaja multifuncional para degollar a su víctima.
Según la confesión, el sujeto, quien trabajaba como vigilante en la zona, ingresó a la vivienda con engaños y aprovechando que sabía que las cámaras de seguridad no funcionaban.
Tomando ventaja de la confianza que gozaba de la propietaria, Vera Alfaro señaló que lavaría las camionetas en su ausencia, pero en un descuido ingresó al dormitorio de la dueña para sustraer 2 mil 300 soles.
Al verse descubierto por Karina Copia Pérez, quien estaba cuidando a las mascotas de la vivienda, el hombre decidió acabar con su vida para no terminar delatado.
"Él llega e indica que va a limpiar los vehículos. En un descuido ingresa a una habitación de donde sustrae S/ 2300. Pero al momento que estaba saliendo se encuentra con la muchacha (...) Decide primero estrangularla y cortarle con una navaja que portaba", señaló el general Oscar Gonzales a La Industria.
“Dice que 'se le fue la mano', que solamente quería amenazarla (...) El dinero se lo gastó en el tragamonedas, 300 soles solo le quedaba. Se ha determinado técnicamente su responsabilidad (...) Incluso en su declaración ha aceptado la comisión del hecho. Se ha encontrado el arma homicida y ha contado con detalles cómo se cometió el hecho", agregó.
Por ahora, Ronald Alfredo Vera Alfaro permanecerá detenido en el complejo policial de la urbanización San Andrés de Trujillo durante 48 horas. Luego se determinará su prisión preventiva por homicidio calificado e internamiento en el penal El Milagro.
Asesino confesó su crimen