A SALVO. El rescate arquitectónico permite mantener certificación de la UNESCO. (Foto: Javier Zapata)
A SALVO. El rescate arquitectónico permite mantener certificación de la UNESCO. (Foto: Javier Zapata)

POR DIANA QUIROZ

Después de la Catedral de Arequipa el templo de Santa Marta es uno de los espacios religiosos más antiguos, imponentes y vitales para la historia de la Ciudad Blanca. Construido a finales del siglo XVI fue hasta la década del setenta el lugar preferido, por tradición y por fe, para el bautizo de sus habitantes. Durante muchos años se le conoció como Parroquia de Indios, pues inicialmente el objetivo de la edificación colonial era evangelizar y administrar sacramentos a los indígenas de las zonas aledañas.

La antigua ermita de Santa Marta, donde se erigió esta iglesia, alberga el culto en honor al Señor de la Caridad, cuya imagen sagrada habría sido un obsequio del rey Carlos V. Se sabe también que los sucesivos temblores que azotaron Arequipa destruyeron la iglesia original y que entre los siglos XVII y XVIII la orden Carmelita se encargó de restaurarla y embellecerla. Posteriormente, se realizaron diversas ampliaciones que pudieron sortear peligrosos movimientos sísmicos. Sin embargo, en junio de 2001, un terremoto de 6.9 grados de magnitud dañó de manera considerable la estructura del templo. Desde entonces hasta septiembre de 2019 las precarias condiciones del recinto obligaron a cerrar sus puertas.

El milagro de la reconstrucción que los devotos arequipeños esperaron durante dieciocho años ocurrió gracias a un ambicioso proyecto liderado por la minera Cerro Verde. Por entonces, la misión de la empresa estaba centrada en poner en valor los templos arquitectónicos de la ciudad. Fueron alrededor de 15 edificios históricos –incluyendo la propia catedral, la parroquia de San Lázaro, la iglesia Juan Bautista de Yanahuara, el convento de Santa Catalina, entre otros— los que recibieron distintas labores de mantenimiento. De todos ellos, solo el templo de Santa Marta requirió un detallado trabajo de ingeniería.

Con el visto bueno del Ministerio de Cultura, la Municipalidad Provincial y el Arzobispado, la ardua tarea se puso en marcha. En seis meses se realizaron reparaciones estructurales en al menos el 60% de la construcción hecha de sillar, adobe y cemento. La torre derecha y la bóveda de la capilla fueron los lugares más dañados. Allí se necesitó la reconstrucción y reforzamiento integral con concreto, acero y fierro, que incluyó al campanario. En la sala de andas y talleres se fortalecieron los muros y se implantaron columnas, vigas y zapatas de concreto armado. Por su parte, los vitrales, mamparas, puertas y ventanas fueron reparados casi en su totalidad.

Mención aparte merece el trabajo que se hizo con la imagen de la patrona de la arquidiócesis. La escultura de Santa Marta, ubicada en una especie de balcón que adorna la fachada de su iglesia, estuvo tan expuesta al excremento de las palomas que con el paso del tiempo no solo desfiguró los rasgos de la santa, sino que creó una capa gruesa de desechos muy difícil de retirar. Para el exitoso rescate de la efigie se requirió la participación de especialistas de Arequipa y de Lima.

Finalmente, con el cambio del sistema eléctrico y de iluminación se ha logrado un ahorro de consumo de casi el 80%. Tanto el sistema de sonido, con micrófonos y consolas para música digital de alta fidelidad, así como la instalación de sensores y cámaras de seguridad, han dotado al templo de una modernidad y eficiencia envidiable. El rediseño y mejoramiento de las áreas verdes, incluyendo el pintado y mantenimiento del cerco de fierro perimetral de la iglesia también sorprendió a los feligreses aquel 15 de septiembre cuando ya recuperada fue entregada al Arzobispado de la ciudad durante una ceremonia litúrgica.

Es importante añadir que el programa de desarrollo cultural de Cerro Verde ha ayudado a que el centro histórico de Arequipa pueda mantener el certificado de la Unesco otorgado a finales del año 2000. Como se sabe, un requisito indispensable de la organización mundial para conservarlo es la preservación de los monumentos que forman parte del área designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad.


TAGS RELACIONADOS