Los 87 internos del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo, que fueron trasladados a la antigua Escuela de Suboficiales de la Policía, serán reubicados nuevamente. Un total de 57 de estos regresarán a la correccional, conocido como la ex Floresta, y 30 serán llevados a reformatorios de Piura y Chiclayo.
El director de la correccional, Genaro Escamilo, informó que en el recinto aún se realizan obras de reconstrucción, los cuales culminarán en dos meses. Sin embargo, dijo se han habilitado dos ambientes para los infractores. Asimismo, señaló que se han solicitado camas, colchones, computadoras y otros equipos que fueron afectados durante el incendio y el motín.
Del mismo modo, señaló que es necesario que la correccional sea declarada en emergencia a fin de que el Poder Judicial le pueda asignar un presupuesto adicional para la restructuración de la infraestructura y la implementación de sistemas seguridad. “No existe presupuesto, la única forma es que se declare en emergencia”, sostuvo.
El gerente de Centros Juveniles del Poder Judicial, Julio Magán, en tanto, manifestó durante su visita a Piura que se ha pedido la declaratoria de emergencia del sistema penitenciario juvenil a nivel nacional, a raíz de los desmanes en la ex Floresta.
“El problema no es solo en Piura, Chiclayo o Trujillo. Tenemos problemas similares en Cusco, Arequipa, Huancayo, Pucallpa y el mismo Lima, donde hay que hacer muchas mejoras. Pero ya no depende de mí, sino de los miembros del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. Espero que lo aprueben y se pueda determinar un presupuesto para resolver el problema”, dijo.
Julio Magán agregó que para que funcione este sistema judicial juvenil se necesitan al menos S/300 millones.
DATOS
- El incendio provocado por un grupo de internos en el reformatorio de Trujillo el 14 de febrero dejó cinco muertos y una veintena de heridos. Pese a ello, los infractores siguieron en este lugar.
- Tres días después, otro grupo de menores encabezó un motín en la correccional y causó destrozos. Al día siguiente fueron trasladados a la antigua sede de la Escuela PNP y la facción revoltosa fue reubicada luego en Lima.