El Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo, ex Floresta, sigue siendo una bomba de tiempo. A dos meses de su reapertura tras el motín en el que murieron cinco adolescentes, el reformatorio alberga a 74 internos (22 de ellos, nuevos) y en los próximos días llegarán otros 13 jóvenes de Piura, por lo que la capacidad del recinto, para 80 personas, se desbordará.
“Es una bomba de tiempo (el reformatorio) y preocupa mucho esta situación”, indicó Julio Magán, gerente de Centros Juveniles durante su visita a Trujillo.
Asimismo, Julio Magán adelantó que el número de infractores seguirá incrementándose porque el Poder Judicial solo dicta medidas de internamiento a menores y no implementa acciones alternativas, como la libertad restringida o el trabajo comunitario.
“El problema es que a la mayoría de jueces les gusta dar mandato de detención. Los centros juveniles están hechos para personas que merecen estar ahí, pero ahora a cualquiera le dan orden de internamiento”, cuestionó.
Julio Magán precisó, además, que otro de los problemas es que la mayoría de menores que ingresa está implicada en delitos como sicariato, extorsión y secuestro. Ante este panorama, señaló que trabajarán un proyecto para reubicar a la ex Floresta hacia un terreno ubicado cerca del penal El Milagro de Trujillo.
Abner Chuquizuta, director de la correccional, por su parte, indicó que pese a estos problemas los internos viven en mejores condiciones a comparación de días previos la reyerta de febrero pasado, cuando los un grupo provocó un incendio en el que se reportaron los cinco decesos.
DATO
- De enero a mayo de este año fueron intervenidos en la región La Libertad 218 adolescentes, entre los 13 y 17 años, por estar implicados en delitos de extorsión, robo agravado, tenencia ilegal de armas de fuego, entre otros.
- Esto significa un incremento de un 15.3% respecto del mismo periodo de 2017.