Huancavelica ha sido azotada por intensas lluvias, desencadenando una serie de eventos trágicos. Hasta el momento, cinco personas han perdido la vida a causa de descargas eléctricas, todas ellas en zonas rurales donde la agricultura y la ganadería son el sustento principal.
La última víctima, Estela de la Cruz Gala, de 32 años, fue alcanzada por un rayo en el centro poblado de Castillapata, distrito de Yauli, según reportes del Centro de Operaciones de Emergencias Regional (COER).
Los cuatro casos anteriores involucraron a ganaderos sorprendidos por tormentas eléctricas mientras cuidaban sus rebaños en campo abierto.
Ante la creciente preocupación, los habitantes de las zonas altoandinas exigen a las autoridades la instalación de pararrayos para salvaguardar a las comunidades más vulnerables.
Las lluvias torrenciales han causado estragos en la región, afectando a miles de personas y dañando infraestructuras vitales. Según el Centro de Operaciones de Emergencias Nacional (COEN), se han registrado más de 3,000 atenciones de emergencia.
Los datos del COER revelan que más de 5,500 personas han quedado damnificadas, y miles más han sufrido pérdidas en sus viviendas y cultivos. La agricultura familiar, pilar de la economía local, ha sido duramente golpeada, con cientos de hectáreas de cultivos perdidos o dañados.
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