El gato cusqueño Lee se hizo famoso en medios y en redes sociales tras la amenaza de muerte que pendía sobre él tras haber llegado a Bélgica, luego de ser adoptado por Selena Alí en la Ciudad Imperial. El final de la historia podría decirse que fue feliz: el minino se salvó de la eutanasia, pero tuvo que dejar temporalmente a su mamá y viajar a Perú. La noche de ayer fue recibido en Lima, y hoy está en una nueva casa mientras pasan los días de confinamiento y emergencia por el coronavirus.
Lee llegó a las 4 y 30 de la tarde. Los trámites de importación duraron como dos horas, y aunque Lee parecía nervioso, el pequeño se instaló con su familia temporal. Previamente, pudimos ver la conmovedora despedida de Selena Alí, la joven estudiante de psicología que luchó contra todo para que no maten a su gran amigo. Esto fue posible gracias al apoyo de activistas animalistas peruanos y belgas, autoridades peruanas como Senasa, y veterinarios de Perú que demostraron que en el Perú la rabia en gatos no es el gran problema que los belgas presentaron en los tribunales.
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Lo vivido con Lee es una historia de amor. Lee fue hallado en el almacén del patio de una persona que le ofreció hogar en Cusco. Era el 23 de enero de 2020, desde esa fecha el gato tiene resguardo en casa. El 1 de febrero buscó el apoyo de Catfetín Cat Café, un albergue café de Cusco donde los gatos encuentran amor y un espacio maravilloso, y hasta allí llegó Selena, quien hacía un voluntariado en una casa hogar de niños. Selena y Lee hicieron click. Selena decidió adoptarlo y todo parecía felicidad hasta que irrumpió el maldito coronavirus y cambió todos los planes.
Selena salió con Lee en un vuelo humanitario a Bélgica. Y cuando todo marchaba bien, las autoridades de ese país pidieron la cabeza del minino. Entonces se inició una cruzada que incluye a su país, Perú y otros países europeos, donde se clamó por la vida de este cusqueño felino. Cuando parecía que la batalla estaba perdida, desde Perú -y luego de una prolongada espera- la SENASA mandó la respuesta que se necesitaba: “Lee es bienvenido en Perú”. Y no solo eso: se contaba con la documentación que certificaba su buena salud.
Lee está tranquilo y ahora en brazos de Angie, la catlover que lo cuidará hasta que Selena llegue a Perú.
Inspectores de la Agencia Federal para la Seguridad Alimentaria (FASFC) cuestionaron la presencia del gato. Según la portavoz Hélène Bonte, habían informado a Selena “antes de su partida en Perú que el gatito Lee no tenía permitido venir”. El principal argumento es que “Perú es un país de alto riesgo para la rabia”. En Perú se han presentado casos aislados, en perros y murciélagos. Selena sufrió el allanamiento de su casa, y una serie de maltratos hasta que la justicia al fin llegó. Ahora espera regresar a nuestro país por su Lee.
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