Cifra dolorosa y preocupante. El mes de enero cerró con 15 víctimas de feminicidio en el país. Norma Santos Coniro, de 30 años, una madre de tres menores, fue la última en ser contabilizada. Su pareja le disparó un balazo en la cabeza. ¿El móvil? Los celos.
El fatal número, pese a las campañas en rechazo a la violencia de género, superó en un 50% a los casos contabilizados por el Ministerio de la Mujer en enero de 2018, que fueron 10.
La Policía indicó que Norma, dedicada a las tareas del campo, fue asesinada por Rony Camargo Daviran, padre de sus dos últimos hijos y con quien convivió durante seis años en el distrito de Río Negro, en la provincia de Satipo, Junín.
La noche del lunes, Camargo regresó de una jornada de cacería y, tras una discusión por celos, le apuntó en la cabeza con su escopeta y le disparó delante de los menores de tres, cinco y 13 años.
El feminicida huyó y se ocultó en la casa de su padre, pero los ronderos dieron aviso a las autoridades. El sujeto fue capturado y trasladado a la comisaría de Mazamari, donde admitió el crimen sin remordimiento alguno.
La tarde de ayer, el Juzgado Mixto de Satipo le dictó nueve meses de prisión preventiva. Los menores fueron trasladados a un albergue del Inabif.
FRUSTRADO ATAQUE
Por otro lado, en la región San Martín, María Tananta Martínez, de 32 años, sobrevivió. Su pareja, Osmer Tapullima Sinarahua, la atacó en la cabeza con un machete en el distrito La Banda de Shilcayo.
REALIDAD ALARMANTE
Para Eliana Revollar, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, la cifra de enero revela una realidad alarmante para las mujeres en nuestro país. “Aunque hay muchos esfuerzos, sobre todo en el sistema de justicia, la recurrencia de estos casos se ha incrementado de forma alarmante”, indicó.
Advirtió a Perú21 que “no solo se trata del crimen de una mujer, sino de un problema social. Si no llama la atención que se hayan elevado en 50% los feminicidios y no se toman acciones más contundentes, estamos en un serio problema”.