Todo buen acto tiene su recompensa. Richard Werner Huaraca Gutiérrez, el protagonista de un video en el cual ofrecía sus codornices por no poder comprarles alimento y no querer que este se desperdicie, fue recompensado.
Pero no solo él fue beneficiado, gracias a su producción miles de familias podrán ser alimentadas, sobre todo en este momento en el que la comida para ellos es más escasa.
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Jorge Marticorena, alcalde de la municipalidad de Lurín, cumplió su promesa y además de donarle 100 sacos de alimento para sus aves, compró casi toda la producción del avicultor. Esa cantidad de huevitos de codorniz fueron entregadas a las familias más necesitadas de la Zona D y E de Lurín.
“Aprendamos a ser solidarios. Esta mañana lo que hemos venido a realizar, de manera progresiva, es darle algunos productos básicos para el hogar. Espero que les sirva de algo, no son grandeza, pero lo que estamos entregando lo hacemos con mucho cariño y amor”, expresó el alcalde.
El padre Omar Sánchez, de la parroquia Santa María, también decidió comprar los huevitos de cororniz restantes. Él decidió destinar el alimento para las familias más pobres del sur de Lima.
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