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Con IA suplantan imagen y voz de periodista de Perú21 y personajes para realizar estafas por Internet
“No solo hay un vacío legal, sino poca capacitación”, dice Fabiana Ramírez, del Laboratorio ESET Latinoamérica.
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¡Cuidado! Una nueva modalidad de estafa por Internet con la imagen y voz suplantada mediante inteligencia artificial (IA) viene cobrando fuerza en el país. En los últimos días, los ciberdelincuentes están promoviendo falsos negocios de inversión online utilizando el rostro de destacadas personalidades y la marca de Perú21.
Los delincuentes plagiaron el formato de entrevistas de Perú21TV y los reportes que realiza la periodista Jomayvit Gálaga en las plataformas digitales. Tomaron su imagen, le insertaron voz y difundieron un fraudulento negocio de inversión implicando, además, a los influencers Sibenito, El Cholo Mena y Philip Chu Joy.
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El engañoso aviso viene apareciendo en páginas web y redes sociales de forma espontánea, haciendo imposible su rastreo. Si la persona que vio el anuncio llega a darle clic, será redireccionada a un canal de Telegram, donde recibirá instrucciones para iniciar las transferencias económicas. Los criminales prometen millonarias ganancias con una mínima inversión.
Con la finalidad de captar más incautos ‘inversores’, estos ciberdelincuentes también han suplantado, entre otros, la imagen y voz del presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde; del presidente y CEO de la Compañía Minera Antamina, Víctor Gobitz; y de la periodista de América TV Verónica Linares.
“Hace unos 10 días me avisaron de este anuncio falso. Era una inducción a un fraude. Supuestamente invitaban a invertir en productos financieros que nosotros (en Antamina) no tenemos. Nosotros no necesitamos financiar de esa manera los proyectos. Es una estafa completa. Se ha hecho la denuncia correspondiente. Es algo delicado”, declaró Gobitz a Perú21.
¿CÓMO FUNCIONA?
De acuerdo con el portal IBM, especializado en tecnología computarizada, la IA aprovecha computadoras y máquinas para imitar, mediante programas especiales, las capacidades de resolución de problemas y toma de decisiones de la mente humana.
Sin embargo, en la actualidad delincuentes en línea solos o asociados a organizaciones criminales aprovechan la tendencia del uso de IA para cometer una serie de actividades ilícitas. Dichos individuos no tienen que ser ingenieros en informática, sino basta con que manejen conceptos básicos de programación para ingresar a este mundo y utilizarlo de mala manera.
“Hoy en día se puede decir que cualquiera puede aprovecharse de estas tendencias. No hace falta tener tanto conocimiento para utilizar un algoritmo de inteligencia artificial de suplantación de voz, porque quienes lo crean lo ponen a disposición en Internet e incluso venden los algoritmos, con instructivos y servicios técnicos. Uno puede agarrar un algoritmo entrenado, aprenderlo a utilizar y hacer una duplicidad de voz”, explicó Fabiana Ramírez Cuenca, especialista en Seguridad Informática del Laboratorio ESET Latinoamérica.
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A su vez, el coronel (r) PNP Orlando Mendieta, exjefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat), detalló que la IA con fines ilícitos se maneja en la Deep Web, conocida como “la web más profunda”, donde operan delincuentes que se dedican a estafar en línea, dañar el honor y honra de las personas, vender pornografía, drogas y armas, y comercializar la trata de personas y prostitución.
“Por ejemplo, cuando entras a Google y pones Chat GPT, vas preguntando y este te va entregando conocimiento en línea; lo mismo pasa en la Deep Web. Hay páginas a las que ingresas, pides lo que quieras, le pones voz o imagen de tal persona y vas intercambiando en línea; lo que antes demoraba cuatro o cinco horas ahora se hace en minutos, rápido. Te llevas el producto y le das el uso que quieras. Lo hicieron con el expresidente Martín Vizcarra, hace tres años, en la época de la carreta; ahora con inteligencia artificial están volando”, manifestó.
La intención de los estafadores es conseguir dinero, ya sea ofreciendo falsos negocios de inversión o robando los datos de las tarjetas bancarias. Si bien los algoritmos de IA son casi perfectos, no obstante, existen herramientas y técnicas para corroborar si el anuncio es verdadero o falso, indicó Ramírez Cuenca.
“Usualmente en estas estafas las imágenes están un poco desenfocadas, el audio no sigue el movimiento de los labios, los ojos están mirando a otro lugar. Existen herramientas y técnicas para ver el trasfondo de la imagen o video, no esperamos que lo haga un usuario común; pero, yendo a un consejo de ciberseguridad, la gente cae en las estafas por dos cuestiones: o les ofrecen algo muy bueno o los amenazan con algo muy malo”, aseveró.
LEY SIN REGLAMENTO
Desde 2021, a raíz de un documento de la Unesco respecto al marco ético mundial para el uso de la IA, todos los países miembros iniciaron procesos para regularla. Es así que, en julio del año pasado, el Ejecutivo promulgó la Ley 31814, que promueve el uso de la IA a favor del desarrollo económico y social del país.
En uno de sus principios dice que esta “no debe transgredir la privacidad de las personas, debe actuar de manera segura para lograr un impacto positivo y de bienestar en los ciudadanos”. Dicha premisa hasta ahora es declarativa, pues no se ha publicado su reglamento. El vacío legal es aprovechado por los ciberdelincuentes.
“Una vez que uno cae en la estafa o lo que sea es difícil identificar muchas veces al criminal. En tecnología no solo hay un vacío legal, sino poca capacitación. La inteligencia artificial tiene su lado bueno y riesgoso. Te diría que hoy en día las leyes no están listas para eso; quizá faltan muchos años para entender la problemática y tratar de encontrar la mejor manera de contenerlo”, afirmó la especialista de ESET.
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¿SUPLANTACIÓN O ESTAFA?
Las personas o empresas afectadas por el uso de su imagen para falsos negocios de inversión deben denunciar estos hechos como delito de suplantación de identidad, mientras que los ciudadanos deben hacerlo por estafa, explicó el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Privada del Norte (UPN), Alberto Villanueva Eslava.
“El delito de estafa, agravada si es pluralidad de víctimas, se castiga de cuatro a ocho años de cárcel, mientras que la suplantación de identidad tiene una pena base de tres a cinco años, pero, si es por organización criminal, es agravado y la sanción se incrementa en un tercio”, detalló.
“¿Cómo ponemos candados a esta modalidad de ciberdelincuencia? Primero, regular la inteligencia artificial, incluirla en el Código Penal, para definir si estos casos están en estafa o suplantación, y promover alguna división especializada para detectar técnicamente cuando estamos ante hechos de inteligencia artificial y cuando es real”, aseveró.
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