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Censo 2017 permitirá elaborar el nuevo mapa de la pobreza
Por primera vez, se abordarán temas como la discapacidad, la autoidentificación étnica y el desplazamiento de la población. La nueva foto del país servirá para saber cuánto se avanzó en los últimos 10 años y cuál es el reto pendiente.
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¿Cuántos peruanos somos? ¿Cómo son nuestras viviendas? ¿En qué condiciones vivimos? ¿Cuánto ha cambiado en los últimos 10 años el mapa de pobreza en el Perú? Esas son solo algunas de las preguntas que tendrán respuestas precisas muy pronto, con el Censo Nacional 2017 que se realizará este domingo 22 de octubre en todo el territorio nacional y que medirá los datos de la población, la vivienda y las comunidades indígenas del país.
Aníbal Sánchez, jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), refirió que el censo, a diferencia del último realizado hace 10 años, tiene varias novedades: por ejemplo, recogerá por primera vez información universal de la población con discapacidad en el país. Así se podrá saber cuánta gente en el Perú sufre de discapacidad motora, visual, auditiva o de otra naturaleza, y se podrá hacer planes para atenderlos mejor.
“El censo no solo arrojará datos de la discapacidad de una persona, sino de cómo es su vivienda y si tiene acceso a la educación, a la salud y al empleo. Los gobiernos regionales y locales no podrían atender a esta población si no saben cuántos son, dónde están y cuáles son sus necesidades”, enfatizó Sánchez.
Pero hay otras novedades. El censo incluye dos preguntas sobre la ubicación del lugar donde estudia y trabaja cada peruano y si se trata del mismo lugar donde reside. “Esa información ayudará a determinar cuánto se desplaza la población para ir a trabajar o estudiar y eso es clave para el planeamiento urbano. Pero, además, servirá para proyectar el transporte del futuro”, anotó Sánchez.
Asimismo, por primera vez en un censo se preguntará si el agua que llega a la vivienda es de red pública o si la persona la tiene todos los días de la semana o solo por horas. Estos datos servirán al momento de planificar la política de vivienda y para avanzar en el objetivo de que el saneamiento y el agua potable lleguen a todos los peruanos.
“Con todas estas variables, sin duda se actualizará el mapa de pobreza del Perú, pero no solo eso, se podrá saber cómo va el tema de desnutrición crónica y la mortalidad infantil. Aunque se han mejorado las condiciones de vida, los altos niveles de pobreza persisten entre los grupos étnicos de la Amazonía y por ello es necesario también conocer sus condiciones de vida”, dijo el jefe del INEI. Agregó que el censo también arrojará datos de cómo se distribuye la fuerza laboral en el país y a partir de todo ello se podrán elaborar las políticas sociales que el país necesita.
AUTOIDENTIFICACIÓN
Otra de las innovaciones que trae el Censo Nacional 2017 es la pregunta referida a la autoidentificación étnica. Daniella López, especialista de la Dirección General de Derechos de Pueblos Indígenas del Ministerio de Cultura, señaló que, a diferencia de 1940, esta no es una pregunta de raza y no se circunscribe a la lengua o al lugar donde uno nació.
“Esto no tiene que ver con color de piel o con los rasgos genotípicos. La pregunta está más relacionada a cómo uno se siente de acuerdo a sus costumbres y antepasados y pretende reivindicar la diversidad del Perú y sus raíces. La idea es tomar una foto al país para saber dónde está la población que se identifica de una determinada manera y focalizar estrategias de eliminación de racismo y discriminación”, dijo.
En censos anteriores solo se preguntaba por la lengua materna y eso arrojaba una cifra general de 4 millones de ciudadanos que hablaban en lenguas indígenas. Sin embargo, cuando se incluyó la pregunta de autoidentificación en la Encuesta a Hogares, las proyecciones arrojaron una población indígena de 5 millones 625 mil personas y precisamente el censo pretende corroborar esa información.
“Las proyecciones reflejan que son más los que se identifican como pobladores indígenas. Lo que pasa es que las lenguas se van perdiendo, la gente deja de hablarlas, pero eso no significa que pierda su cultura”, manifestó López.
Incluir la autoidentificación ha significado un arduo trabajo. El INEI formuló y aprobó la pregunta en el año 2013 en coordinación con todas las organizaciones de pueblos indígenas andinos, amazónicos y de la población afroperuana agrupadas en el Comité Interinstitucional de Estadísticas de Etnicidad, el cual seguirá vigente y trabajará con los resultados del censo.
La consulta servirá al Estado para hacer políticas públicas con pertenencia cultural. “Es decir que si se hace un programa alimenticio, se tomarán en cuenta las prácticas y costumbres ancestrales de los pueblos en la alimentación; y para los temas de salud intercultural o de acceso a la justicia, se garantizará que en las postas médicas, comisarías, juzgados y otros servicios públicos se atienda en las lenguas originarias”, enfatizó López.
La especialista indicó que, para evitar confusiones y garantizar que la información recogida sea la más exacta, el Ministerio de Cultura ha capacitado en autoidentificación étnica a 600 instructores nacionales, que a su vez capacitarán a los 600,000 empadronadores que visitarán las viviendas peruanas.
“Queremos alentar a que la gente responda sin miedo. Por eso, los empadronadores están capacitados para leer a las personas todas las opciones de respuesta y esperar que la gente reflexione un poco para que responda en forma espontánea. Si alguien de una comunidad, por vergüenza o por temor, no se autoidentifica como parte del pueblo indígena al que pertenece, no hay ningún problema porque eso no le quita ningún tipo de derecho colectivo”, subrayó.
PERÚ EN EVALUACIÓN
Por otro lado, Elena Zúñiga, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en el Perú (UNFPA), sostuvo que la fotografía que se va a levantar con el Censo Nacional 2017 será fundamental también para evaluar el trabajo del Estado, pues visibilizará las necesidades particulares de cada una de las personas que residen en el país y cómo y cuánto se ha avanzado en cada región y localidad para disminuir las brechas y desigualdades que afectan a los diversos sectores de la población peruana.
“Con el censo se podrá ver qué tanto las políticas públicas están funcionando y cuáles son las necesidades y retos que se presentan hoy en día para reducir las brechas. La radiografía dará información sociodemográfica estratégica para la toma de decisiones y para determinar la forma como se debe vigorizar la inversión”, puntualizó.
Por ello, Zúñiga señaló que es muy importante que el levantamiento de la información cumpla con los estándares internacionales de calidad y, en ese sentido, refirió que el UNFPA ha acompañado el proceso precensal y ha seguido de cerca la actualización de la cartografía del país.
“Antes de hacer el censo, el INEI debe tener el mapa y saber cuántas y cuáles son las viviendas que hay que censar, las manzanas que hay que recorrer y los poblados que hay que visitar. Eso ya se tiene, el mapa ya está construido y la planificación está bien hecha. Este censo de Perú está a la vanguardia con respecto a otros censos, así que confiamos en que los resultados serán positivos”, sostuvo.
Zúñiga enfatizó que lo que hace falta ahora es que la ciudadanía colabore y sea honesta en sus respuestas para que la fotografía que se tomará el domingo 22 de octubre “sea lo más perfecta posible”.
TENGA EN CUENTA
* Para el empadronamiento de las viviendas, se necesitan 101,594 jefes de sección y actualmente hay 155,000 personas.
* Faltan empadronadores para el área urbana. En este ámbito se necesitan 589,000 personas, pero solo se ha reclutado al 40%.
* Aníbal Sánchez dijo que se está capacitando a personal del INEI y de las Fuerzas Armadas para que apoyen en el empadronamiento en caso se requiera.
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