La Plaza de Armas de Trujillo, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1972, fue invadida la noche del 25 de diciembre por vendedores ambulantes. Esto generó la indignación de varios ciudadanos, quienes manifestaron que a la gestión del alcalde Elidio Espinoza le falta autoridad para erradicar el comercio informal.
Los comerciantes, incluso, colocaron juegos inflables en la Plaza Mayor en Navidad. Además, los negociantes vendían comida, refrescos, dulces, golosinas y juegos para niños. A esto se sumó la presencia de cómicos ambulantes.
El burgomaestre Elidio Espinoza, en tanto, señaló que esta invasión a la Plaza de Armas es propiciada por personas que no quieren a la ciudad. Además, indicó que por intentar controlar el comercio informal en la capital liberteña un agente fue asesinado y otros 15 fueron heridos este año.
El Centro Histórico de Trujillo fue declarado en emergencia el pasado 23 de diciembre por la invasión de comerciantes ambulantes.