“¿Y ahora qué va a pasar con Boluarte?”

La prospectiva es una disciplina que se apoya en la investigación a través de los métodos científicos y empíricos para realizar análisis en diversas áreas y determina un escenario bastante próximo de lo que puede suceder en el futuro. Es importante entender que la prospectiva no busca adivinar el futuro, no es una bola de cristal, sino que es una herramienta que permite tomar en cuenta información relevante para plantear y establecer diversas acciones o respuestas en los tiempos por venir y esto es importante para proyectar escenarios -futuribles- que sucederán pronto en el país.

En medio de todo este escándalo de corrupción y crisis moral profunda, después de que se viene destapando la corrupción en el gobierno de Dina Boluarte en complicidad de un Congreso desbocado, que ha copado instituciones determinantes, que sustentan nuestra democracia, ya es insostenible la continuidad de su gobierno.

Los destapes que se han dado esta semana y la probable colaboración eficaz de su propio abogado, Mateo Castañeda, configuraría una evidente incapacidad moral permanente. Pero olvídense; este Congreso está cómodo con el gobierno y se entiende que existe un pacto de facto para quedarse como sea hasta 2026; mientras tanto, van a seguir copando instituciones públicas y hasta el sistema de justicia, buscando impunidad. Por eso su desesperación para proteger a la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides, caída en desgracia.

No contentos, en el Congreso su otro objetivo sería tomar a la fuerza el sistema electoral, para que se aseguren una reelección y sacar ventaja en las próximas elecciones, torciendo la ley y tratando de bloquear y sancionar a los candidatos potenciales, para allanarse el camino.

Al final no le va a quedar otra al Congreso que vacar a Boluarte, porque ya sería indefendible, pero van a querer quedarse hasta 2026, convocando solo un adelanto de elecciones presidenciales, como su última aberración legal; es ahí que percibo que todo terminará para el peor Congreso de la historia, porque la indignación ciudadana se hará presente y, por más que nos lleve a un espiral de crisis política mayor, por fin se tendrá un adelanto de elecciones, riesgoso, por lo que representaría candidaturas radicales de derecha y de izquierda.

Pero aun así, es en ese escenario que podemos hacer algo participando activamente. Es momento de convocar a la reserva moral del país y los ciudadanos de bien, para enfrentar todo lo que se nos viene.