El voto adolescente

Apenas dos semanas nos separan de la jornada electoral del domingo 7 de octubre que movilizará a más de 23 millones de peruanos a nivel nacional. Luego de cuatro años, la población volverá a las urnas para elegir a 12,996 autoridades regionales y municipales que tomarán las riendas de 25 regiones, 196 provincias y 1,874 distritos del país en su camino al bicentenario.

No es poca cosa. Quienes resulten electos tomarán decisiones vitales para el desarrollo de nuestras circunscripciones, desde el ornato, recojo de basura y comercio ambulatorio hasta la infraestructura vial, seguridad ciudadana y regulación del transporte. De ahí la importancia, y necesidad, de que aquellos a quienes les demos nuestro voto sepan honrar el compromiso que asumen a través de sus planes de gobierno.

De acuerdo con la última encuesta de Pulso Perú, publicada por Perú21, el 67% de electores no ha buscado información sobre las propuestas programáticas de los candidatos ediles y regionales. Es desalentador. Pero más lo es advertir que esta cifra solo toma en cuenta a los sufragantes mayores de 18 años y no considera a esos 525,790 jóvenes que, aunque menores de edad, están habilitados para votar, pues han cumplido 18 años desde octubre del año pasado o lo harán en las próximas semanas y hasta el mismo día de la elección.

Si el elector avisado muestra tal desinterés, cabe preguntarnos cuánta más apatía tendrá ese bolsón electoral de adolescentes que en gran parte ni siquiera se ha enterado de que debe sufragar el 7 de octubre.

El Jurado Nacional de Elecciones ha iniciado una campaña informativa que se muestra todavía tímida, está contra el reloj y podría no ser suficiente para contrarrestar los efectos de candidatos populistas, de discurso grandilocuente y efectista, y promesa sin sustento, de conocida falta ética, pero de verbo persuasivo que nos pasarán la factura luego.

Los medios de comunicación tenemos aquí una gran tarea que debe empezar por casa, explicándoles a nuestros jóvenes la responsabilidad que conlleva no solo votar sino elegir bien. Lo dijimos ayer y lo repetimos hoy: actuemos a conciencia, después no habrá lugar para reclamos.