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Redacción PERÚ21

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Carolina Trivelli,Sumas y restasEconomista

Debemos recordar que se celebra el Día Internacional de la Mujer para visibilizar, llamar la atención, sobre la enorme tarea que aún tenemos para lograr una sociedad con igualdad entre hombres y mujeres. Es necesario mantener en la esfera pública que las mujeres, como colectivo social, enfrentamos un conjunto de exclusiones y discriminaciones por el simple hecho de haber nacido mujeres. No es un día para saludarnos y felicitarnos.

Una buena amiga cusqueña, Fausta Challco, me enseñó que el camino más corto para generar cambios en la vida de las mujeres es dándoles herramientas a las propias mujeres para hacerlo. Tiene razón. Ella a partir de su relación con el sistema financiero, comenzando por una cuenta de ahorros, logró construir y ampliar su negocio, consiguió un trabajo, manejó los momentos de crisis (una tremenda inundación en su pueblo), financió la educación de sus hijos e hijas, cambió (para bien) la relación con su marido, obtuvo una voz en su comunidad. Fausta ha sido exitosa, ha progresado, pero no todas sus amigas y vecinas lo han podido hacer, todavía en su comunidad hay menos oportunidades para las mujeres y hay discriminación.

Estando de acuerdo con Fausta, discrepo con ella a la vez, porque hay que apostar también por el camino largo. Necesitamos un cambio mayor, un cambio en la sociedad que viabilice dejar de reproducir las brechas, la discriminación y la violencia contra las mujeres. No podemos pedir a las mujeres que sean las únicas responsables de promover el cambio. Además de todo lo que hacen, resulta el colmo darles la responsabilidad de impulsar, ellas solitas y con más herramientas, el cambio social que se requiere para avanzar hacia una mayor equidad de género.

Para avanzar en una agenda inclusiva para las mujeres hay que trabajar en dos niveles. El primero, cambiando el sistema de género, apostar por un cambio cultural, que tomará en el mejor de los casos varias décadas. Podemos y debemos ayudar a que este cambio suceda. El segundo, más rápido, tiene que ver con asegurarnos que las mujeres cuenten con las herramientas que les permitan, incluso en una sociedad que las discrimina, avanzar hacia más oportunidades y menores brechas respecto a sus pares varones.

Hombres y mujeres tenemos que querer y promover el cambio. Nosotras las mujeres seremos las primeras interesadas en apostar por él. Y quizás, pronto podamos convertir el Día de la Mujer en un día para celebrar y felicitarnos.

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