Un sistema sagrado

¿El confinamiento, la mascarilla, la distancia, son fundamentales frente al COVID 19? Reducen los contagios, previenen que nos enfermemos todos a la vez y, sobre todo, nos permiten ganar tiempo para que nuestro precario sistema de salud siga equipándose.

Pero hay un sistema todavía más importante que el sistema de salud: Nuestro sistema inmunológico. El COVID-19 es un virus híper contagioso y, lamentablemente, trae números de mortalidad significativos. Sin embargo, la mayoría de personas que se infectan terminan superando la enfermedad, e incluso un porcentaje no menor la sufre de manera asintomática.

El ser humano tiene dentro de sí la capacidad de luchar, de generar anticuerpos, de ser resiliente. No obstante, algunas personas tienen deficiencia inmunitaria y hay que protegerlas de manera especial. Pero al final, con todas las ayudas que uno pueda recibir, será el sistema inmunológico el que terminará librando la batalla.

La cuarentena –que viene siendo más una setentena– ha ayudado a contener la propagación del virus a pesar de no haber dado los resultados que hubiésemos querido. Sin embargo, el confinamiento nos ha traído problemas de salud mental, y esto debilita nuestro sistema inmune. Se debe tratar que el remedio no sea peor que la enfermedad.

Sabíamos que si bien la cuarentena nos ayudaría con la salud física, iba a traer grandes costos económicos y de salud mental. Se ha intentado ayudar a la gente a que no descuide su salud emocional durante el encierro y la crisis económica, pero el deterioro es alarmante.

Para combatirlo debemos hacer deporte, mantener contacto con los seres queridos, comer y dormir bien, cultivar lo espiritual, ayudar a otros (que es también ayudarnos a nosotros mismos), y tratar de ver, en lo posible, los aspectos positivos como la regeneración de la naturaleza y la reorganización de nuestras prioridades. De pronto la vida, la salud, y las relaciones humanas se han vuelto a poner en la parte alta de nuestros valores.

Hay mucho por hacer. Hemos logrado interiorizar el uso de las mascarillas, pero nos está costando la distancia en lugares públicos, hay que recordarla y exigirla. A la larga es posible que millones nos contagiemos. Atentos a la salud mental y al sistema inmunológico.“Pero hay un sistema todavía más importante que el sistema de salud: Nuestro sistema inmunológico. El ser humano tiene la capacidad de generar anticuerpos, de ser resiliente”.