Las investigaciones del Ministerio Público demuestran que efectivamente el vehículo presidencial, llamado ‘cofre’, sí estuvo en los alrededores de Pisco donde se pretendía ubicar al prófugo de la justicia Vladimir Cerrón; los responsables del peaje Covisur también han confirmado la fecha en que estuvo el automóvil. La pregunta es sencilla para la presidenta Boluarte: ¿qué hacía el dichoso vehículo en ese lugar? Se espera su descargo desde hace meses en que se destapó este escándalo que hoy la compromete seriamente con la protección y evasión a la justicia de un delincuente.
Si se termina de corroborar y comprobar todo este escándalo, estaríamos frente a un caso objetivo de incapacidad moral permanente, que es causal de vacancia para la presidenta, por lo que el escenario político cambiaría radicalmente. Y es que eso significaría un adelanto de las elecciones y evidentemente el fin de este periodo congresal nefasto. Porque no hay un ápice de ventaja para que este Congreso pretenda llegar a 2026 sin la presidenta Boluarte, son aliados, y es evidente que se pusieron de acuerdo para mantenerse en el poder, pero con tanto escándalo va a ser prácticamente imposible la continuidad del Gobierno y el Parlamento vacará a la presidenta.
Por lo pronto, los días están contados para el ministro Santiváñez que ya tiene la moción de interpelación en su contra aprobada con escasos 41 votos, lo que permite abrir el espacio a una censura porque su gestión calamitosa ya no la puede seguir soportando el país, con toda la ola de criminalidad desatada por la incompetencia de este personaje siniestro que, al parecer, solo hizo el papel de esbirro del poder de turno para tumbarse a la Diviac y perseguir al coronel Colchado.
En ese escenario, la presidenta pretende que el Congreso revierta su decisión de no otorgarle permiso para que participe en la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York; debería estar más preocupada en atender las necesidades del país, con el desborde de los incendios forestales que están arrasando todo a su paso y requieren de la atención inmediata del Gobierno para asistir a estas poblaciones olvidadas a su suerte.
Se nos vienen momentos críticos para el país justo en periodo electoral, pero es inexorable la caída del Gobierno y va a arrastrar a este Congreso de impresentables, no hay otra salida; es un deber ciudadano mantenernos alertas y denunciar los atropellos que seguirán cometiendo los políticos en el poder, de eso estamos seguros.