"A estas alturas de su mandato, este gobierno parece estar ocupado únicamente en defender a como dé lugar su permanencia en el poder".
"A estas alturas de su mandato, este gobierno parece estar ocupado únicamente en defender a como dé lugar su permanencia en el poder".

Los últimos reportes desde pintan, una vez más, un panorama sombrío para la economía nacional y regional. Desde la semana pasada, las comunidades en Challhuahuacho, en la provincia de Cotabambas, han bloqueado un importante tramo del , impidiendo que la minera transporte sus minerales y obligándola así, en principio, a reducir su personal dramáticamente.

La Cámara de Comercio de Apurímac alerta que, como consecuencia de ello, en la región se pierden más de 3 millones de soles cada día. La situación se está tornando crítica en extremo, pues la turbas de manifestantes bloquean también el ingreso de alimentos y el traslado de personas hacia el campamento.

Según los trabajadores, si esto continúa, en una semana más se llegaría al mismo escenario del primer semestre, cuando la mina paralizó por completo sus actividades durante casi dos meses. Un impasse que significó una pérdida de 541 millones de dólares para el país.

De hecho, según el último reporte del BCR, los conflictos sociales y la paralización de unidades mineras ya comenzaron a pasar factura a las exportaciones peruanas, que en setiembre sumaron solo 5,554 millones de dólares, una caída de 4.6% respecto al mismo mes del año 2021.

El sindicato de trabajadores de Las Bambas ha emitido incluso un pronunciamiento exigiendo al gobierno su pronta intervención para restablecer el diálogo, el orden y la normalidad en las zonas de bloqueo. Una petición razonable y urgente, pues lo peor de todo es que la zona se ha convertido en un caos que la belicosidad de los comuneros conduce continuamente a los fueros ilícitos de la violencia. La Constitución y el Estado de derecho son papel mojado para los dirigentes de la protesta.

El Ejecutivo debería hacerse cargo de inmediato, pero está visto que darle solución a un tema crucial para nuestra economía, como es lo de Las Bambas, no figura entre sus prioridades actuales. A estas alturas de su mandato, este gobierno parece estar ocupado únicamente en defender a como dé lugar su permanencia en el poder.

Lo que en adelante suceda con esta mina y con un conflicto que no tiene cuándo terminar será responsabilidad enteramente suya.