Tyler Cowen: "No creo que Donald Trump pueda destruir Estados Unidos"

“Creo que se aprobará nueva legislación de inmigración, que habrá algún tipo de avances para construir el muro en la frontera con México. Que es un error. Pero esa legislación podría ayudar a que ingresen inmigrantes muy cualificados”, declaró.
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Tyler Cowen es catedrático de Economía de la Universidad George Mason, columnista de Bloomberg View, autor del exitoso blog Marginal Revolution y de varios libros, entre ellos The Great Stagnation, un pequeño panfleto que apareció en 2011 y lo convirtió en uno de los intelectuales más influyentes del panorama norteamericano. Nos sentamos a conversar la tarde del miércoles 9 de noviembre, cuando la victoria electoral de ya había sido confirmada.

¿Cuánto le sorprendieron los resultados de estas elecciones?Bastante. Estaba convencido de que Trump tenía alrededor de un 15% de probabilidades de ganar, pero pensaba que los cambios demográficos en el país ayudarían a Hillary Clinton y que los demócratas conseguirían sacar a mucha gente a votar porque el discurso de Trump había polarizado tanto en distintos asuntos. Creía que esos seis millones de votos [la diferencia aproximada entre los votos conseguidos por Obama en el 2012 y por Clinton en estas elecciones] iban a estar ahí.

Uno de sus amigos que apoyó a Trump, el emprendedor Peter Thiel, dijo poco antes de las elecciones una frase que ha ganado mucha atención luego: "La prensa siempre lee a Trump de forma literal, pero nunca se lo toma en serio. La gente lo toma en serio, pero no de forma literal".De hecho, Peter cogió esa frase de un artículo de The Atlantic. Y sí, creo que es una buena forma de entender lo que ha pasado. Ante cada cosa disparatada que salía de la boca de Trump, buena parte de la prensa se llevaba las manos a la cabeza y decía "oh dios mío, cómo va a hacer eso", y entonces Trump se convertía en EL tema noticioso. Lo que no veían es que, por otro lado, el apoyo a Hillary Clinton era bastante débil.

Algunos comentaristas en prensa, luego del shock inicial, han pasado a esperar que, una vez en el poder, como ocurre por lo general con los políticos, Trump se moderará y será menos polarizador que en campaña. El problema con esta idea es que Trump ha demostrado ser y comportarse distinto a todos los políticos que hemos conocido. ¿No es entonces ingenuo pensar que una vez en la Casa Blanca se comporte diferente?Aquí creo que es importante establecer una clara diferencia entre la política nacional y la política internacional. En la primera tienes que lidiar y cooperar con el Congreso, las cortes, las distintas agencias gubernamentales, los estados, etc., de lo contrario no puedes llevar a cabo nada. En política exterior es distinto, ahí incluso las palabras solas son una forma de acción. Eso me preocupa más, Trump puede ser una enorme fuente de desestabilización en asuntos exteriores. No creo que pueda destruir este país en lo que a asuntos locales se refiere, creo que ahí seremos capaces, como hemos hecho siempre, de moldearlo y salir adelante.

¿Le preocupa que la política exterior de Trump sea guiada por algún tipo de aislacionismo?Yo no lo diría exactamente así. Eso me preocupa, pero me preocupa más que vaya a actuar echando mano de intervencionismo en algunos casos, de aislacionismo en otros, y que eso confunda a países o poderes hostiles. Creo que eso sería aún más peligroso que un globalismo o aislacionismo puros. Yo estoy a favor del globalismo, pero si se mezcla lo peor del globalismo con lo peor del aislacionismo, envías mensajes contradictorios y no cumples con tus compromisos, ese es el peor de los escenarios.

¿Qué piensa cuando Trump grita que el país crecerá a 4% en los próximos años?En efecto, creo que no es posible crecer al 4% en términos reales. Por otra parte, lo que sí puede hacer es elegir políticas concretas para forzar los números. Si te lanzas a realizar grandes proyectos de infraestructura, puede que en el papel consigas crecer al 4%. En ese sentido no se puede decir que sea imposible, pero crecimiento real al 4% no es algo que vaya a pasar.

Desde un punto de vista económico, ¿qué espera usted de los próximos cuatro años?Más de lo mismo, en realidad. Como hemos estado hablando, creo que va a haber un enorme gasto en infraestructura. No estoy seguro de que tan bien sea gastado ese dinero. Creo que Obamacare va a ser modificado de forma significativa. Espero que el gobierno no empiece una guerra contra los tratados de libre comercio. Quiero confiar en que se contentará con algunos cambios o acciones simbólicas en ese frente y en lo esencial se mantenga, más o menos, el status quo. Creo que se aprobará nueva legislación en materia de inmigración, que habrá algún tipo de avances para construir el muro en la frontera con México. Lo que es un error, en mi opinión. Pero también creo que esa nueva legislación podría ayudar a que ingresen al país inmigrantes altamente cualificados, lo que siempre es beneficioso.

¿Y en lo que respecta a asuntos sociales? ¿Habrá un retrocesos en asuntos relacionado con las mujeres, homosexuales y minorías?No sé, yo creo que Trump es un liberal en lo social. Su discurso, creo, no se condice con lo que él realmente piensa en esos asuntos. Por supuesto, tendrá que negociar y en muchos casos hacer concesiones a su partido.

Pero tiene que nominar jueces a la Corte Suprema, y ha prometido que serán extremadamente conservadores.Creo que va a nominar, en distintas áreas, a gente más ecléctica de lo que pensamos. Veámoslo de esta manera: un hombre así, que se vanagloria de haber estado con tantas mujeres, probablemente no esté en contra del aborto. Para decirlo bruscamente. De todas maneras, esa es mi opinión. Podría estar equivocado. Pero creo que los republicanos se van a topar con unas cuantas sorpresas.

La gran noticia de estas elecciones no es que Trump ganó, sino que Clinton perdió. Alrededor de seis millones de personas que votaron por Obama en las elecciones de 2012 esta vez decidieron no ir a votar, mientras que Trump consiguió más o menos los mismos votos que los últimos dos candidatos republicanos a la Casa Blanca. Una de las lecturas que se está haciendo habla del hartazgo de una parte de la población frente a la superioridad moral y desprecio con que los progresistas tratan a conservadores. ¿Está de acuerdo con esa lectura?Los votantes americanos parecen cansados de esa superioridad moral. Y cuando uno ve a Hillary Clinton en televisión y la escuchas hablar te da la sensación de que está a punto de regañarte y decirte lo que tienes que hacer. Durante toda la campaña, le fue imposible sobreponerse a esa reacción básica y visceral que mucha gente tiene hacia ella.

¿Ha sido también un voto contra la corrección política?De alguna manera sí, los americanos han rechazado la corrección política en estas elecciones. Creo que poco a poco iremos volviendo a ella en algunos asuntos. Pero también es cierto que la corrección política ha ido demasiado lejos en algunos puntos, constriñendo aquello que puedes decir, que puedes pensar. Y el esfuerzo de algunas personas por imponerla, sumado a la superioridad moral con que lo hacían, a final de cuentas ayudó a Trump.

Varias de las minoría ofendidas por Trump están asustadas, y con razón debido a la violencia del discurso del candidato y algunos de sus seguidores durante la campaña. Latinos, afroamericanos, musulmanes, ¿qué cree que ocurrirá?Son todos casos distintos, de momento no hemos visto preocupantes signos del presidente electo o su entorno inmediato, pero sí me preocupa un Estados Unidos donde no todos se sientan bienvenidos. Espero que el discurso de Trump durante la campaña no se transforme en algún tipo de violencia o segregación, veremos como se desarrolla. Yo tengo y prefiero una idea mucho más inclusiva de lo que es América que la que hemos podido escuchar en la campaña de Trump. Los latinos son probablemente el grupo más complejo porque, como bien sabes, es un grupo muy diverso, con diferencias culturales y raciales mayores de las que asumimos a primera vista. Y, como hemos visto, el número de latinos que votó por Trump no ha sido pequeño. Tenemos ahí otro signo de que esta administración y quiénes terminarán formando parte de ella es algo que va a seguir sorprendiéndonos a todos. También en el caso de los musulmanes. Conozco musulmanes que han apoyado a Trump.

Una de las paradojas de la campaña fue que Trump se presentó –y triunfó- como el candidato anti élites y anti establishment, pero a la vez afirma ser multimillonario y se encuentra rodeado de personas como Rudy Giuliani, Newt Gingrish o Chris Christie, que llevan años siendo parte de la élite del partido republicano. ¿Cree que sus votantes simplemente decidieron ignorar esos hechos y creer en sus palabras?Sí, creo que decidieron creerle. Y decidieron hacerlo porque quizá pensaron que alguien que era tan radical en su discurso y sus posiciones no podía ser parte del establishment, nadie que dijera estas cosas podía ser completamente mainstream. Yo creo que muchos de sus seguidores van a verse decepcionados cuando descubran que Trump va a tener que actuar como un político.

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