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Tumben el by-pass

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Fecha Actualización
La solución al problema de San Marcos es que el municipio de Lima tumbe el by-pass. Desde que se construyó, más de una década atrás, no ha solucionado ningún problema de tránsito, ha profundizado la inseguridad en la zona y ha traído efectos negativos a los universitarios. Nada justificaba su construcción inicial y nada justifica su ampliación. Ese by-pass nació inútil y su destino final solo puede ser la demolición, lo que permitiría que el municipio ahorre dinero, evitaría el conflicto latente, mejoraría notablemente la zona y dejaría una precedente fundamental para la ciudad.
La Unión de Estudiantes de Arquitectura ha publicado algunas razones bastante lógicas que hacen notar la inutilidad de ese by-pass: 1) solo desplaza el tráfico unas cuadras más allá, donde, además, se pasa de 12 carriles a 2 en menos de 500 metros; 2) el costo de su ampliación es altísimo para el inexistente beneficio que trae, por lo que su única utilidad es para el bolsillo de los constructores; 3) crea zonas oscuras y residuales que generan inseguridad para los estudiantes, lo que va en contra de cualquier teoría de prevención del crimen a través del diseño; 4) sus esquinas se vuelven basureros y baños al paso; y, 5) se sigue privilegiando a unos cuantos automovilistas sobre una infinidad de peatones.
Más importante, demoler el by-pass sentaría un precedente valiosísimo para la ciudad: sería reconocer que se pueden modificar decisiones que fueron tomadas siguiendo criterios urbanos obsoletos y equivocados. Ese tipo de viaductos destruyen la trama urbana, no mejoran el tráfico y son costosísimos. No tenemos que cargar en el presente con medidas equivocadas del pasado. Copiemos a otras ciudades del mundo que no han tenido problemas en destruir para volver a construir.
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