/getHTML/media/1238503
Rubén Vargas sobre inseguridad: "Se necesita inteligencia no estado de emergencia"
/getHTML/media/1238497
Gilmer Meza de Sutep Lima: "Ministro de Educación -Morgan Quero- debería de renunciar"
/getHTML/media/1238485
Alfonso Bustamante CONFIEP sobre inseguridad: "No hay liderazgo, hay ineficiencia"
/getHTML/media/1238306
Mariana Costa de Laboratoria habla sobre sus encuentros Obama y Zuckerberg en La del Estribo
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238303
¿Cementos y fútbol femenino? Gabriel Barrio de Unacem en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
/getHTML/media/1238198
Lo último: allanan la casa de 'Chibolín'
/getHTML/media/1237508
Hugo de Zela sobre viaje a EE.UU.: "Se intentó explicar al Congreso, pero Dina no quiso"
/getHTML/media/1237506
Abraham Levy: "Hay mucho desinterés sobre los incendios forestales"
/getHTML/media/1237484
Darío Sztajnszrajber, filósofo: "Aprendamos a vivir el amor también con sus sombras"
PUBLICIDAD

Triste papel del ministro de Justicia y los procuradores

Triste papel el del ministro de Justicia, Daniel Figallo.

Imagen
Fecha Actualización
Triste papel el del ministro de Justicia, Daniel Figallo. El responsable de asesorar al presidente para que se respete la legalidad en el país está metido en reuniones secretas para tratar el tema (¿ayudar y beneficiar?) Belaunde Lossio, el amigo de los Humala, para quien el mismo presidente pidió un trato benévolo, y que es acusado de ser la cabeza de una red de corrupción propia y cabecilla de otra red en Áncash.

Triste papel el del ministro Figallo. Siendo el encargado de velar porque se defiendan los intereses del Estado, ha querido utilizar y presionar a la Procuraduría –según denuncian Christian Salas y Yeni Vilcatoma– para buscar las salidas y fórmulas que favorezcan a Belaunde Lossio. Las declaraciones, investigaciones, documentos y grabaciones van poniendo en evidencia al ministro y van revelándole al país el manejo que –"entre gallos y medianoche"– se hacía para tratar el tema del amigo de los Humala.

Triste papel el de los procuradores Medina, Príncipe, Galindo y Segura. Dejándose utilizar políticamente para defender la cuestionada gestión de un ministro que –según las acusaciones y lo que sale a la luz– habría estado 'operando' para favorecer al amigo de Ollanta Humala y Nadine Heredia.

El mundo al revés, porque, en lugar de salir a defender a los colegas que habrían estado siendo presionados para favorecer a un acusado de corrupción, estos procuradores salen a defender a quien habría querido presionar.

Si las investigaciones arrinconan y ponen en evidencia al ministro, ¿qué van a hacer estos procuradores?, ¿saldrán públicamente a decir que se equivocaron?, ¿renunciarán?

Triste papel el que le espera a Joel Segura. ¿Bajará la cabeza, obedecerá y seguirá defendiendo al cuestionado ministro con tal de quedarse con el cargo de procurador anticorrupción?

Y en medio de esto, ¿significa algo que la primera ministra, Ana Jara, respalde al ministro de Justicia?, ¿sirve de algo?