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Redacción PERÚ21

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Mónica Delta,Opina.21mdelta@peru21.com

Si sentimos que estamos inseguros "es culpa de los medios", por transmitir esas imágenes todos los días.

¿Dónde están los valores? se pregunta con aire rector el presidente Ollanta Humala. En una semana como esta, en la que el dramatismo de los crímenes y la osadía delincuencial llegaron a límites absolutamente inadmisibles, escuchar a las máximas autoridades del país asegurar que se está magnificando la situación de inseguridad, lo único que provoca es indignación y frustración. La impresión que tenemos es de abandono y de falta absoluta de reacción ante situaciones cada vez más violentas. Cuando uno escucha al director de la Policía –quien ha sobrevivido ha varias 'metidas de pata', como la famosa comida en la Brujas de Cachiche– no decir la verdad para excusar la ineficiencia de la institución, lo único que podemos deducir es que hay una gran escasez de materia gris o, peor aún, razones subalternas para mantener a personajes que no están a la altura del cargo. Más del 86% de peruanos sentimos una gran inseguridad. Esa "percepción" está basada en la realidad cotidiana. No es una ilusión, ministro Pedraza. La Policía como institución está enferma. No hay un liderazgo capaz de disminuir los niveles de corrupción. No habrá compras de equipos que curen esa enfermedad. Es necesaria una decisión política para cambiar las cosas de raíz. La Policía debe recuperar el respeto ciudadano. No debe militarizarse. Debe ser civil, honesta y especializada. Muchos depositaron su confianza en el candidato Humala porque creyeron que, como hombre de disciplina militar, tenía más claro el liderazgo para combatir la inseguridad ciudadana. Pero hasta ahora no hemos visto al líder y al estratega en temas de seguridad. Seguimos esperando. Ojalá que no sea muy tarde.