¿Terco como una mula?

En los últimos años se desarrolló la venta de gas natural licuefactado (GNL) como mecanismo para llevar gas natural a industrias, distribuidores de gas para domicilios y estaciones de suministro de gas natural vehicular. El GNL es transportado en cisternas y es la competencia del gas natural por ducto (GNxD).

La legislación peruana permite la comercialización de GNL en situación de libre mercado. Diversos agentes pueden efectuar el suministro, y los usuarios, elegir al suministrador que les ofrezca mejores condiciones y precio.

En marzo de 2020, el Minem publicó un proyecto de norma que pretende otorgar a los concesionarios de GNxD el derecho a decidir si otros agentes pueden o no vender GNL en sus áreas de concesión o, lo que es lo mismo, establecer si existe o no competencia a favor de los compradores de gas natural.

Además de un cacicazgo, el proyecto apuñala, sin misericordia, el artículo 61 de la Constitución, que dice: “El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios”. ¿Entiende o no quiere entender el Minem que el GNL, dentro de la concesión de GNxD, es, precisamente, lo que promueve la libre competencia?

Es la tercera vez que el Minem insiste con su intento de afectar el derecho de los consumidores a obtener gas natural bajo un esquema de competencia entre GNL y GNxD, con el agravante de saber que las cuatro concesionarias de GNxD conocieron, perfectamente, la legislación que permite la comercialización de GNL dentro de sus áreas de concesión. La terquedad no es buena compañera.