El tema de hoy: Maduro y la decisión de Lima

“Esta postura le ha valido a PPK tener el respaldo de una mayoría de bancadas del Congreso –salvo el Frente Amplio y Nuevo Perú–”.
Mandatario pide una cumbre para restituir "respeto a Venezuela" (USI)

Hace unos días, el gobierno peruano rechazó la participación del dictador venezolano Nicolás Maduro en la VIII Cumbre de las Américas que tendrá lugar en Lima en abril próximo. Fue un pronunciamiento necesario, que ratifica la línea que el presidente Kuczynski ha marcado desde un principio.

Manifestar permanentemente su férrea oposición al autoritarismo que hoy se impone en Venezuela ha sido la principal obra en materia de política exterior que exhibe esta débil gestión. Esta postura le ha valido a PPK tener el respaldo de una mayoría de bancadas del Congreso –salvo el Frente Amplio y Nuevo Perú– y del propio gobierno de Estados Unidos, que ayer consideró la exclusión de Maduro de la cumbre como una muestra del “alto estándar democrático” que se necesita en eventos internacionales como este. Por su parte, el Grupo de Lima, la asociación de naciones de la región que lidera el Perú, ha expresado su respeto por la decisión tomada por nuestro gobierno.

En una anterior columna, mostramos cifras de la crisis que afronta Venezuela. Por ejemplo, el porcentaje de hogares en condición de pobreza creció de 48%, en 2014, a más de 80% en 2016; y, según la ONU, en ese país se ha registrado un aumento de 1.3 millones de personas en condición de hambruna en el mismo periodo de tiempo. Pese a ello, Maduro solo piensa en perpetuarse en el poder. De hecho, anunció ya una nueva postulación que lo llevará a gobernar ese país hasta 2025.

No sorprendió que legisladores del FA, como Humberto Morales y Marco Arana, salieran a cuestionar la valiente postura del Ejecutivo contra el presidente de Venezuela, a quien han mostrado su respaldo en distintos momentos. Para equiparar la situación, la izquierda salió con la cantaleta de que también se le prohíba la participación al presidente de EE.UU., Donald Trump. Sin embargo, creemos que no existe comparación. Pese a ser ambos cuestionados líderes políticos, Trump gobierna bajo un sistema democrático, en el que las instituciones públicas son independientes y tienen plena autonomía para funcionar, como quedó demostrado con las leyes contra los inmigrantes. En el caso de Maduro, este concentra todo el poder y gobierna bajo sus propias reglas, aplastando y encarcelando a sus opositores y matando de hambre al grueso de su población.

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