No le creen. Parlamentarios sostienen que las personas han perdido la confianza en el jefe de Estado. (PikoTamashiro/Perú21)
No le creen. Parlamentarios sostienen que las personas han perdido la confianza en el jefe de Estado. (PikoTamashiro/Perú21)

La vacancia presidencial ha sido puesta nuevamente sobre el tapete. Desde el fujimorismo ya proyectan un escenario de destitución luego de que se revelara que Kuczynski, siendo ministro de Estado, recibió en su despacho a Jorge Barata, el hombre que ordenó y repartió los sobornos de Odebrecht a corruptos funcionarios peruanos. Unos cuantos encuentros, como dijo el oficialista Juan Sheput, no demuestran la existencia de un contubernio.

Eso es técnicamente cierto, pero el tema es que PPK no mencionó antes esos encuentros en detalle y, oh casualidad, se produjeron justo mientras su empresa asesoraba a Odebrecht. Si bien siempre intentó marcar distancia de algún acto irregular, sus afirmaciones siguen estando en duda. El mandatario tiene ahora una segunda oportunidad de acabar con las suspicacias cuando le toque declarar ante la comisión Lava Jato. Esta vez debe ser claro y preciso en sus respuestas.

Pero quien levanta el dedo es de nuevo Fuerza Popular. Evidentemente no quiere desaprovechar la oportunidad para asestar el golpe definitivo a un debilitado PPK. Lo que juega en contra del bloque naranja es que si antes disimulaban estar detrás de la línea de tiro, hoy es más evidente que tienen el gatillo listo para jalar. ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’ parece ser la consigna que actualmente mueve al fujimorismo. Incluso en el Frente Amplio, que motivó la primera moción de vacancia, están más mesurados y aguardan por las respuestas que dará el jefe de Estado para tomar una postura.

Aunque Kuczynski no ha demostrado ser inocente de las cosas que se le imputan, tampoco se le puede señalar como culpable. Cuando el abogado Alberto Borea defendió en el Congreso al presidente, que se enfrentaba a lo que parecía ser su inminente destitución, recordó la importancia del debido proceso con esta peculiar frase: “Si llegan a la conclusión de que este hombre es culpable, crucifíquenlo, pero no lo crucifiquen antes”. Todos tenemos derecho a la presunción de inocencia. Y ello implica esperar al menos el interrogatorio de PPK, que sería entre el 10 y el 17 de febrero, para evaluar su solvencia argumentativa y moral.