Si no me gusta, no es legal. (Andina)
Si no me gusta, no es legal. (Andina)

Para muchos peruanos, el 2018 que hoy iniciamos será un nuevo comienzo. Un año para dejar atrás errores, culpas y mirar el futuro como una nueva oportunidad. Pero no toda la clase política de nuestro país podrá decir lo mismo. De hecho, para algunos, estos 12 meses que vienen podrían ser la prolongación de un lapidario 2017, que ha sido marcado por las detonantes revelaciones de Odebrecht.

Hace apenas tres días conocimos que la Fiscalía ya inició el trámite de extradición de Alejandro Toledo. La justicia peruana pide a EE.UU. la repatriación del ex presidente para que responda por los presuntos US$20 millones ilícitos que habría recibido de Odebrecht. Ahora hay más pruebas contundentes contra Toledo (habló Maiman y entregó documentos que demostrarían las transferencias de coimas), por lo que su detención –esperemos– solo sería cuestión de tiempo.

Este año también se acusará a Humala y a Heredia. La ex pareja presidencial, en prisión preventiva desde hace casi seis meses, está muy comprometida con el aporte de US$3 millones de Odebrecht. La Fiscalía detectó, además, un desbalance patrimonial de ambos de más de S/2 millones. Solo falta recoger la declaración de Jorge Barata para que brinde más detalles sobre cómo entregó el millonario monto al humalismo.

Porque será nuevamente Barata el que hará temblar a más políticos. Este mes, los fiscales Germán Juárez y José Pérez lo interrogarán en Brasil, y ahora el ex ejecutivo brasileño, que vivió 20 años en el Perú, hablará claramente de todos. Y eso significa saber a quiénes entregó dinero la constructora –en campaña o no– a cambio de algún beneficio presente o futuro. M. Odebrecht ya aseguró que su firma apoyó “a todos”, y con eso metió en el saco también a Alan García y Keiko. En definitiva, las palabras de Barata harán caer a más de uno y terminarán por sepultar a otros.

Como tristemente hemos visto, ni el presidente está a salvo. Ya se conoció que la firma pagó por asesorías más de US$782 mil a la empresa de Kuczynski mientras este era ministro de Estado. Ahora queda aclarar si lo hizo en un contexto de connotación electoral. Cuando fue consultado por el fiscal Abia al respecto, en abril del año pasado, el mandatario contestó: “No recuerdo”.

Todos esperamos que este sea un mejor año para el país, en el que la lucha contra la corrupción, caiga quien caiga, no menoscabe el desarrollo económico y social del Perú.