(Presidencia)
(Presidencia)

Faltan siete meses para elegir presidente y congresistas en medio de una pandemia que ha matado a miles de peruanos, cuando la crisis económica está golpeando brutalmente a todos los peruanos. Nos encontramos ante una megacrisis política que ha superado todas las plagas que nos azotan.

Hemos visto ayer lo peor de los políticos. Se ha puesto en evidencia la conducta oportunista que el pueblo detesta: hacerse del poder en medio de los cadáveres de la pandemia no puede ser más repudiable. El presidente ha hecho mal, ha mentido, pero debemos pensar fríamente y pensar primero en nuestro Perú golpeado y herido. Que después de dejar el mandato lo juzguen y lo condenen si corresponde.

¡Pero vacarlo ahora es una locura!

¿Se imaginan si lo vacan? Salen todos los ministros y designan a otros. Esto significa que miles de funcionarios de alto nivel serán removidos, lo que pondría en parálisis total al Ejecutivo, justo cuando más necesitamos que los ministerios funcionen como máquinas perfectas porque en esto literalmente se nos va la vida.

En estos momentos nuestro Perú requiere responsabilidad, requiere políticos que piensen en la gente mas no es sus intereses, necesitamos estabilidad porque nos estamos muriendo. Este Congreso ha demostrado, salvo honrosas excepciones, que es un desastre; haciendo normas que el Tribunal Constitucional les ha declarado inconstitucionales, proponiendo normas que promueven la impunidad y generando crisis justo cuando se iba a debatir si los sentenciados podrían o no postular.

La estabilidad democrática está en juego y la recuperación económica, en peligro. Esta megacrisis se ha gestado sobre nuestros muertos. ¡Qué desgracia de Congreso!

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