(Luis Centurión)
(Luis Centurión)

Redacción PERÚ21

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Steve Bevington es el director general de Community Housing Ltd., una compañía australiana dedicada a la construcción de casas a bajo costo para personas con escasos recursos. La idea de iniciar este rubro provino de su propia experiencia al vivir en las calles del Reino Unido cuando la recesión afectó al país en los años setenta. Hoy en día, su empresa otorga un techo para vivir a personas de Australia, Haití, Papúa Nueva Guinea, India, Indonesia, Chile, y espera emprender proyectos también en Perú.

¿No hubiera sido mejor ingresar a la política para afrontar ese problema?Entré a la política una vez pensando que era una forma adecuada para ayudar. Pero es muy difícil, como ahora lo está descubriendo Donald Trump. Fue mejor empezar una organización que directamente construya casas y así no tener que vincularme en nada con la política.

¿Cómo logra mantener que su negocio sea sostenible pese a que trabaja con personas con alto riesgo de no pagar sus deudas?Bueno, existe un margen muy pequeño de ganancia para sostener el negocio. Cobramos bajos precios al utilizar técnicas de construcción más rápidas y eficientes. De igual manera, como somos una organización sin fines de lucro, tenemos como socios a otras empresas y gobiernos que tienen que otorgar casas para su población.

*¿Qué materiales utilizan para construir las casas? *Es completamente variable. Depende del país y la cultura. Por ejemplo, en Australia, construimos viviendas ligeras: con drywalls y construcciones de acero. En Timor Oriental, usamos ladrillos. En Papúa Nueva Guinea, prefieren las casas prefabricadas. En Chile, las de estructuras ligeras. Pero depende. Si es en la ciudad, prefieren el concreto y acero. Y en la periferia, madera. Buscamos trabajar en una arquitectura que respete la cultura y la historia de la comunidad.

¿Cuáles son los principales problemas que tienen para construir las casas?La construcción de la infraestructura. En algunos países, lo que el gobierno plantea es que si nosotros construimos una casa asequible, ellos prepararán la infraestructura. De esa manera, contribuyen los gobiernos, como el de Indonesia y Chile. La infraestructura es el 30% del valor total de la casa.

¿En qué se basan para establecer el precio?Eso es muy simple. Hacemos un análisis de lo que la gente realmente puede pagar. El análisis estándar es que no deben pagar más del 30% del valor de un crédito o un subsidio que tengan vigente. Así, por ejemplo, en Ruanda y en otros países de África, donde pagan 65 dólares por mes por un crédito, les cobramos cerca de 20 dólares. Y en Australia, en donde los más pobres reciben una pensión de 1,000 dólares del gobierno, les cobramos 300 dólares mensuales.

¿Cómo trabajan con personas que no cuentan con un trabajo formal?Trabajamos con microfinancieras para que les otorguen un préstamo. Esto les permite crear un historial crediticio. Al tenerlo, nos asociamos luego con un banco, al que le presentamos el historial del cliente para que así pueda acceder a un crédito. Para ello, además, nuestra empresa les otorga una garantía.

¿Cree que este tipo de servicio funcionaría en Perú?Sí, personalmente creo que sería más fácil establecer proyectos en Perú por la manera en que las personas compran casas. Algunos lo hacen con un depósito bajo y con el respaldo de un banco, que termina pagando por la construcción. Así, el monto de inversión vendría de nosotros y sería bajo. En otros países, como Chile, tenemos que pagar y prestar el dinero en 100%. Aquí en Perú, el sistema mismo ayudaría a las constructoras porque existen bajos costos. No tendríamos problemas en financiarnos.

¿Qué dificultades encuentra para iniciar el proyecto en Perú?Estamos viendo proyectos y socios para trabajar aquí e invertir en terrenos. En Lima no, porque uno de los problemas que tiene es que es muy caro conseguir terrenos. El valor del terreno para la construcción de viviendas sociales debe ser del 15%. Pero en Lima es muy difícil conseguir un terreno con un valor así porque es más caro, especialmente si planeamos construir casas baratas. En Lima es difícil construir algo a un precio accesible, que sería de 70 a 80 mil soles. No puede costar más. Pero es difícil conseguirlo porque no contamos con el terreno.

*Pero si no funciona en Lima, ¿dónde? *A las afueras de la ciudad. Construiríamos en zonas rurales. En lugares como Ica, Tarapoto y Chiclayo funcionaría.

Perú es muy conocido por su alta informalidad y un bajo nivel de acceso al sistema financiero, ¿cómo trabajaría tomando en cuenta ese problema?Usaríamos nuestra reputación para atraer empresas financieras para que ellas asuman el riesgo. Estas compañías suelen tener miedo porque piensan que no podrían cobrar por los préstamos. Sin embargo, lograríamos convencerlas de que la gente con escasos recursos está más interesada en hacer sus pagos porque quiere tener su casa. Tener un hogar es muy importante para ella. Es incluso más confiable que los ricos.

Autoficha

  • Steve Bevington (1941, Australia) es uno de los principales expertos de construcción de casas a bajo costo. Cuenta con un diplomado en Gerencia del Melbourne Business School. En 1994, fundó la empresa Community Housing Ltd., en la que ejerce el cargo de director general.
  • En Chile, Community Housing Ltd. cuenta con proyectos en Valparaíso, en San José de Maipo y Temuco (a las fueras de Santiago). También participó en la reconstrucción de hogares que quedaron en ruinas por el terremoto del 2010.
  • Sobre proyectos de creación de casas en Perú, Bevington señala que se encuentra en discusión con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para ver la posibilidad de emprender proyectos como la reubicación de las personas que viven en el pueblo de Belén, Iquitos.

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