Vladimir Cerrón subió imagen de reunión con Gooy Santos.(@VLADIMIR_CERRON)
Vladimir Cerrón subió imagen de reunión con Gooy Santos.(@VLADIMIR_CERRON)

Vladimir Cerrón, líder de izquierda, subió una foto a Twitter en la que aparecía tomando junto a Goyo Santos y otros izquierdistas un café. Sin embargo, lo más controvertido fue que ambos dirigentes se encontraban en Starbucks, una de las cadenas internacionales más emblemáticas del capitalismo. La viralización de la foto produjo muchas críticas, debido a que propagar ideas anticapitalistas por todo el Perú y luego tomarse un café en aquella cafetería resulta contradictorio.

Ante las diversas críticas, también surgieron voces defensoras de los izquierdistas. Pero aquellas voces, en vez de responder si les parecía o no contradictorio el discurso con las acciones de estos señores, se limitaron a atacar a los críticos usando dos métodos. En primer lugar, los no muy iluminados defensores de Cerrón y Goyo llamaron ultraderechistas y fachos a todos los que cuestionaban la actitud de sus líderes. Aquellos insultos se han convertido en los ataques preferidos de comunistas españoles como Podemos hacia todos los que no piensen como ellos. Lamentablemente, su método ha sido importado al Perú y es utilizado por izquierdistas que dicen ser de centro. En segundo lugar, los simpatizantes victimizaron a Cerrón y Goyo, e incluso los tildaron de izquierdistas liberales. Aquello denota una ignorancia colosal hacia los defendidos y sus propuestas, puesto que esos señores se encuentran en las antípodas del liberalismo, ya sea de izquierda o derecha.

La izquierda siempre ha tenido buena prensa y ha sabido lavarse las manos a lo largo de la historia. Es por ello que, ante el rotundo fracaso de su ideología con la caída del Muro de Berlín, utiliza una máscara que oculta el autoritarismo y las cadenas de la libertad. Es deber de los liberales arrancársela y dejar sus intenciones al descubierto.