Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com
¿Qué le depara a más de la mitad de los venezolanos que, como bien expresan las manifestaciones, desean un retorno a la democracia prechavista?
Pues, sin el apoyo de organismos internacionales o de países reunidos detrás de un acuerdo mínimo, poco o nada. Y la situación se vuelve cada vez más patética: a la conflictividad social es necesario sumar el descalabro del sistema económico chavista.
Las industrias venezolanas colapsan ante los ojos impávidos del orden socialista: las reservas internacionales han caído en cerca de 30% en el último año, con lo cual se han agotado los dólares, lo que ha perjudicado principalmente a consumidores y a la industria local, que se ve impedida de importar materias primas y maquinaria.
El correlato final es una producción que cae año a año, y es que no podía ser de otra manera: el socialismo al siglo XXI, el aporte práctico del chavismo, no era sino otra faceta del socialismo teórico. Iguales medidas, iguales resultados.
El problema central es una población –que agrupa estudiantes, trabajadores, madres y líderes sociales– cansada de la cháchara ideológica, necesitada de bienes y servicios básicos, y desengañada de los aires moralizadores con los que llegó el chavismo al poder. Hoy, la lucha no es solo por las deficiencias del modelo económico, sino –y en mayor medida– por la recuperación de las libertades y garantías mínimas que requiere una sociedad para desarrollarse.
¿Cómo retrotraer el modelo a la normalidad? Pues, lo primero es cambiar al régimen. Así es como lo entienden los venezolanos, y por eso salen a las calles a sabiendas de que pueden no regresar al seno familiar. Quienes hemos vivido la barbarie económica, política y social de las dictaduras sabemos que poco se puede hacer sin un cambio de régimen. Venezuela necesita apoyo. SOS Venezuela.