Las infecciones de transmisión sexual pueden evitarse. En tal sentido, no solo es clave asumir conductas responsables de prevención, tales como usar preservativos y evitar el contacto con personas de riesgo, sino también monitorear de manera regular cómo está el organismo.
Si uno tiene una pareja nueva, es conveniente que ambos se sometan a pruebas para descartar algún tipo de enfermedad. Si bien la infección por VIH suele ser la más temida, hay otras que también son altamente peligrosas como la hepatitis B, por ejemplo. Herpes, sífilis, gonorrea, clamidiasis, citomegalovirus, en fin, son también algunas de las infecciones más comunes.
Un examen periódico, cada seis meses o anual, puede salvar la vida tanto de usted como de su pareja. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 448 millones de personas adquieren una infección de transmisión sexual cada año. Con medidas sencillas y apropiadas de prevención, usted puede evitar formar parte de esa oscura estadística. No se arriesgue.