Separando el trigo de la violencia

La frase “separar la paja del trigo” debería ser adaptada a nuestros tiempos, siendo el “trigo” los ciudadanos que amamos la paz, la vida, la libertad y la democracia, y la “paja” aquellos que promueven la violencia y el caos para sus intereses ideológicos y políticos.

Saludamos, desde las antípodas ideológicas con el MAS de Bolivia, la elección del presidente Luis Arce; asimismo, nos complace que el pueblo chileno se haya expresado respecto del plebiscito de cambio de Constitución, con el voto mayoritario del 80% de aprobación. La democracia se ha expresado.

Sin embargo, no debemos dejar de lado el hecho de que, si bien es cierto que la democracia ha triunfado en ambos países, también lo es el hecho de que operadores violentistas estuvieron en el escenario, principalmente en Chile. Desde Venezuela, Nicolás Maduro aplaudiendo la algarada.

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El escenario violento en el país del sur estuvo infestado de promotores gratuitos de la transformación social, insuflando, a la mala, aires distorsionados de socialismo (no moderno) con molotov en mano, utilizando la natural rabia y frustración de los jóvenes, digitando sus manos y sus mentes para hacerles creer que la transformación solo se logra con ríos de sangre.

No debemos olvidar que el chileno Jaime Castillo Petruzzi, un criminal que el grupo terrorista MRTA abrazó en la década del 90 para impulsar secuestros y asesinatos en nombre de la “revolución”, salió en libertad en octubre de 2016 y fue expulsado a su país, a quien se le pudo apreciar, en un video público, incitando a la violencia criminal terrorista, justamente en octubre de 2019 (https://www.youtube.com/watch?v=k8xEVphFG0E).

En Perú han surgido oscuros personajes como Antauro Humala, quien desde la cárcel está dispuesto a atacar a la democracia, incitando vacancias, manipulando congresistas y sacándole la vuelta a la ley para desobedecer el régimen carcelario. La astucia de Antauro para traficar con la ansiedad, las esperanzas e ilusiones de personas que, equivocadamente, piensan que esa es la única manera de salir de la crisis le están dando réditos políticos que todos debemos combatir. No es el único, pero es el más visible.

La lucha contra la corrupción, la pobreza y el terrorismo son los temas de agenda prioritarios para cualquiera que asuma el poder en 2021, y esta transformación debe darse sin violencia, sin operadores perniciosos que envenenen el espíritu de los jóvenes y pongan dinamita en sus manos. Será una oportunidad para el país para reafirmarnos en la democracia, en la paz, la vida y la libertad. Salvemos al trigo.

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