(Getty Images)
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Nos encanta usar cañitas. Preferimos las botellas de plástico a las de vidrio porque nos parecen más prácticas, pero nunca tomaríamos cerveza en botella de plástico, ni con cañita. Esa determinación, llevada a otros planos, sería un éxito mayor, a corto y largo plazo. Un ahorro a la larga. Decirle chau a las cañitas, que no sirven para nada, elegir el vidrio y, por encima de todo: hacernos cargo de nuestros residuos. ¿Por qué lo digo? Porque en el centro del océano Pacífico Norte existe una isla de plástico que cada día crece más y que hace unos años superó en tamaño a Perú. Las diferentes corrientes que atraviesan nuestro océano convergen en un solo punto y se han ido acumulando en cantidades monstruosas. Un universo de plásticos que nosotros también alimentamos: solo Lima consume 3 mil millones de bolsas anualmente.

Cuando empecé a investigar este tema me deprimí. La cantidad de plásticos que van a parar al mar termina matando cada año a miles de aves y mamíferos marinos. ¿Qué sucede? Que estos animales encuentran plásticos en el mar, los confunden con comida y se los tragan, a veces mueren en el acto y otras desarrollan enfermedades incurables. He visto demasiadas fotos de ballenas, delfines y aves con los estómagos llenos de plásticos, como para seguir dudando de la gravedad de este tema.

El plástico es un derivado del petróleo y tarda 400 años en desintegrarse. Que una empresa apueste por un plástico “biodegradable” significa, no que va a desaparecer más pronto, sino que se va a pulverizar antes, dividiéndose en miles de millones de partículas minúsculas que se confunden con el aire y con el agua, y terminan entrando a la boca de los peces y, a través de ellos, en nuestros platos y estómagos. De modo que esa alternativa es un cuento.

Oceana Perú, filial de la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo, considera que el dictamen presentado por la Comisión de Pueblos Andinos es bastante completo. Para algunos congresistas, sin embargo, el tema no es urgente. Gracias a ellos y a sus lobbies, tendremos que esperar dos semanas más para que se someta a votación el proyecto de ley que regula el plástico de un solo uso y recipientes o envases descartables. Mártires Lizana, Yesenia Ponce, Carlos Tubino, Edwin Vergara y Glider Ushñahua, todos ellos de Fuerza Popular, y Pedro Olaechea, de Peruanos Por el Kambio, han solicitado la instalación de una mesa técnica en la que “se profundice la propuesta para mejorarla”. Mientras tanto, lo que urge es acabar con nuestra asesina costumbre de utilizar plásticos indiscriminadamente. Ya otros países vecinos lo hicieron. No sean basura. NO SEAS BASURA.

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