PUBLICIDAD
Se extiende la red
“El grupo más notorio que ha asomado en este nuevo giro de la investigación, es el de Los Cuellos Blancos del Puerto...”.
Imagen
Fecha Actualización
Una fase nueva de los denominados operativos Valkiria que desarrolla el equipo especial de la Fiscalía (Eficcop), dirigido por Marita Barreto, con apoyo de la Diviac –ahora a cargo del coronel Franco Moreno– ha sacado a la luz otros rostros y otras conexiones con organizaciones criminales que han sido incorporadas al expediente principal.
El grupo más notorio que ha asomado en este nuevo giro de la investigación, es el de Los Cuellos Blancos del Puerto, por supuesto. Lo cual vuelve a demostrar que cuando la corrupción se enquista en el poder, sus redes se pueden extender de manera ilimitada, gracias a los beneficios y prebendas que entran en juego.
Hay, por lo pronto, hasta dos detenidos cuyos oscuros manejos se remontan a la trama de sobornos y extorsiones de esa organización, que operaba en el Poder Judicial y en el extinto Consejo Nacional de la Magistratura.
Luego del último operativo –100 policías y 23 fiscales en acción, que realizaron 7 detenciones y allanaron 21 viviendas en horas de la madrugada– seguramente se tendrá una idea más sólida sobre las responsabilidades individuales de cada pieza en el organigrama delictivo que el equipo especial de la Fiscalía ha planteado. Y si alguno de los implicados se acoge a la colaboración eficaz y empieza a contar lo que sabe, pues las pesquisas ciertamente se acelerarán.
Según este esquema, la figura central de la red delictiva, que operaba desde los fueros del Ministerio Público y se prolongaba hasta el Congreso de la República, era la exfiscal de la Nación Patricia Benavides.
La presencia del periodista Juan Carlos Tafur entre los involucrados por la Eficcop llamó la atención a más de uno: su casa fue también allanada y los efectivos le requisaron computadoras y teléfonos. Aunque las imputaciones son graves, las circunstancias y vínculos que se le atribuyen con miembros de la organización no son aún claros. La Fiscalía tendrá que dilucidar esta situación cruzando pruebas y testimonios con pulcritud extrema, pues en juego está también la libertad de prensa.
Lo que sí se puede afirmar es que con esta nueva fase de la Operación Valkiria se ha seguido destapando actos delictivos que, de momento, parecen hacer sentido. La historia, de cualquier manera, recién empieza, y la mejor decisión que podría tomar el fiscal de la Nación es respaldar el trabajo de Marita Barreto.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD