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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Sociólogo y comunicador

La encuesta sobre segmentación ideológica de los peruanos, publicada en Perú21, ha tenido lecturas sesgadas y oportunistas. Se ha dicho que los peruanos son autoritarios (4 de cada 10) y de allí se deduce que el espacio para un caudillo antisistema está abierto. También se afirmó que esto es fruto de la incompetencia del actual gobierno. Veamos.

Pienso que esa lectura es sesgada porque el test de Nolan –que es la metodología utilizada– llama "autoritario" a los ciudadanos que prefieren la tutela del Estado en asuntos civiles y económicos. La encuesta muestra la gran influencia de los ciudadanos "estatistas", quienes podrían ser sensibles a posturas "autoritarias". Haga la encuesta (es entretenida) y comprenderá que la opción por la protección estatal no significa necesariamente una adhesión automática al populismo autocrático. La sugerente encuesta de Datum señala que también predominan los peruanos con postura centrista (53%), esto es, con filiación a propuestas heterodoxas. Según el tema por tratar (impuestos, drogas, etc.), los peruanos asumen posturas libertarias o proteccionistas. A la gente le interesa que se arreglen los graves problemas nacionales, sin importar el color doctrinario de los medios requeridos. Por eso hace tiempo se apuesta por el candidato con mayor probabilidad de resolver esos pendientes en el siguiente gobierno.

En el Perú no existe largo plazo ni doctrinas políticas convocantes, el espíritu hegemónico es pragmático. Por otro lado, atribuir la responsabilidad del predominio de los "autoritarios" (39%) al desgobierno actual es oportunista. La demanda ciudadana a favor del proteccionismo viene del siglo pasado. Es una inercia que no acaba porque no logramos cimentar en estas décadas un sistema democrático moderno y satisfactorio. Recordemos que Sendero Luminoso tuvo adhesiones iniciales en el campo más abandonado, que Fujimori fue valorado por su displicencia contra los políticos tradicionales, que Humala ganó su primer respaldo popular porque prometía un talante militarista que debía poner orden en este caos que nos caracteriza.

La encuesta encargada por Perú21 nos saca de la inútil dicotomía izquierda versus derecha, donde los candidatos son identificados en ambos extremos. El estudio nos pone en un escenario político sin sofisticaciones, donde las demandas más elementales están en juego. Ese pragmatismo se puede llevar por el camino de la democracia o nos puede regresar al populismo corrupto y negligente que ya creíamos superado.