San Isidro, una impostergable prioridad vecinal

Ricardo León Dueñas,Uso de la PalabraColumnista invitado

Motivan estas cortas líneas una larga preocupación por mi distrito. San Isidro abarca 805 manzanas en 11 kilómetros cuadrados divididos en 5 sectores muy definidos y con aproximadamente 70,000 electores. Tradicional y moderno, presenta problemas que urgen solucionar.

En primer lugar el caótico transporte público y la ausencia de racionalización y penalización. Su ubicación fomenta el cruce del distrito por nada menos 145 rutas de transporte público congestionando sus principales arterias. La proliferación de taxis principalmente en el sector 4 (zona financiera y comercial) y el ostensible déficit de estacionamientos solo agudizan el problema. A ello se suma la desafortunada idea de la actual gestión metropolitana de convertir a la avenida Arequipa en un corredor exclusivo para el transporte público, lo que evidentemente colapsaría calles laterales y algunas colindantes con el histórico Bosque El Olivar (sector 3). Un desastre al que debemos oponernos decididamente.

En segundo lugar, una presión inmobiliaria que viene elevando la densidad habitacional sostenidamente en un distrito no preparado para ello. San Isidro tiene delimitados claramente sus parámetros urbanísticos y estos deben respetarse, resultando imperativo lograr un necesario equilibrio entre el desarrollo y el carácter tradicional y residencial del distrito.

Finalmente, tenemos una muy importante población vulnerable: tercera edad, ancianos y niños. Hay pendiente una labor que parta de la solidaridad para mejorar los servicios sociales existentes.

La política; ejercida con autoridad, transparencia, racionalidad y eficiencia; debe siempre estar al servicio del ciudadano, en este caso del vecino. El próximo alcalde debe atender estos y otros problemas y responder por ello. Siendo reto no menor, la tarea es mayor. Así lo siento comprometidamente.