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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Mientras las primeras planas de los principales diarios cubrimos a Martín Belaunde y los reglajes políticos, el mundo da vueltas… y vueltas.

Estados Unidos encara las últimas reformas del gobierno demócrata con un mensaje claro: apostar por el gasto social, financiarlo con mayores impuestos a los que más ganan, mientras la economía coge vuelo con su nueva matriz energética. No es el espacio para discutir si esta es o no una buena estrategia, pero demuestra que, si existe liderazgo, se pueden hacer reformas, así no cuentes con la mayoría, así te quede poco tiempo.

China, la segunda economía del mundo, sigue en su proyecto de conversión económica: está abocada en un "aterrizaje suave" (si por aterrizaje entendemos crecer por encima del 7%). El duodécimo plan quinquenal (2011-2015) tiene como tasa de crecimiento 7%; no obstante, esa tasa es comparable –según el mensaje del premier Li ayer en Davos– al crecimiento de 10% de hace cinco años. ¿Es una tragedia? En absoluto: según la consultora EY, la caída de 1% de la tasa de crecimiento china reduce nuestra tasa de crecimiento en 0.2%. No es excusa para crecer por debajo del 5%.

Europa enfrenta enormes complejidades, que van desde el estancamiento económico hasta los riesgos del fundamentalismo musulmán. El crecimiento económico y la estabilidad social son las dos agendas, necesarias pero encontradas en cierta medida: lo primero requiere reformas, las cuales no son aceptadas por la sociedad. ¿Cómo enfrentará ese dilema? ¿Le quedan espacios para postergar las reformas? Latinoamérica sigue, lamentablemente, flagelándose. Venezuela es una bomba de tiempo, ya vemos lo que pasa en Argentina, Chile se empeña en reformas que podrían retrotraer mucho de lo avanzado, Colombia empecinada (no le queda otra) en pacificarse, y así…

África empieza a levantar cabeza, por increíble que parezca. Claro, no toda la región, pero existen espacios de gran optimismo. Para empezar, crece a un promedio de 5% anual, lo que implica grandes reducciones de pobreza y de desigualdad social. El sudeste asiático sigue su camino al desarrollo, sin novedad. ¿En qué estamos nosotros? ¿Cuál es nuestra agenda?

Juan José Garrido director@peru21.com