/getHTML/media/1239666
Eduardo Pérez Rocha: "Que la Policía diga la verdad, Vladimir Cerrón se fue del país"
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

Roberto Lerner: Lidiando con matones

Imagen
Fecha Actualización
Tiene 4 años. Es bastante tímido y no muy hábil con su cuerpo. Sus padres avizoran una socialización marcada por un cierto sometimiento, quizá un relativo aislamiento al no poder o saber defenderse. Entonces, deciden que debe aprender un arte marcial.
El niño, creativo y sensible, lo hace a regañadientes. Pero no le gusta contrariar a sus padres. Y cuando muestra oposición o expresa su renuencia, la respuesta es tajante. La práctica del karate no es negociable. No se juega con el arte de poner en su sitio a potenciales matones.
“Eso sí”, me dice la madre, “el sensei es muy especial, le ha hecho un sitio a mi hijo y respeta su ritmo; y debo reconocer que, aunque le cuesta interiorizar las técnicas, respeta mucho a su profesor, quien siempre parece saber sacar de él algo que mi niño no sabía que poseía”.
Como quien no quiere la cosa, la mamá pasa a otro tema. “Me dio penita, porque ahora que lo llevo al colegio” —ella ha dejado su trabajo profesional para estar más presente—, “me dijo que no lo acompañe a su salón. Creí que no había escuchado bien y él me repitió su deseo en voz más alta”.
Le dije que los decibeles tenían mucho más que ver con la repetición asertiva de una decisión —“acá no necesito que estés a mi lado, puedo solo”— que con problemas auditivos. Y también que, evidentemente, el karate, pero sobre todo la firmeza empática del sensei estaban rindiendo frutos.
“No son las patadas y los puñetes, sino el aprendizaje de tener un espacio, un lugar. Y defenderlo”, le digo. “Porque muchas veces los primeros matones a quienes los hijos deben poner en su sitio somos nosotros, sus padres”.
TAGS RELACIONADOS
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD