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[Opinión] Richard Arce: La ideología mercantilizada en este gobierno
“La designación de Hernán Condori deja un halo de sinvergüencería y hasta corrupción por los pendientes que tiene con la justicia y por destacar en la venta de ‘elixires mágicos’”.
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La designación como ministro de Salud de Hernán Condori deja un halo de sinvergüencería y hasta corrupción por los pendientes que tiene con la justicia y, sobre todo, por destacar en la venta de “elixires mágicos” con efecto placebo en desmedro de su carrera de médico, que lo obliga a poner la ciencia y la responsabilidad con sus pacientes por delante, como fue refrendado en su juramento hipocrático, no hipócrita.
Aquí el tema de fondo es el discurso demagógico con el que llegó al poder Castillo. Exigía en parques y plazas una nueva Constitución, con medias verdades sobre el derecho a la salud y, sobre todo, la mercantilización de la salud que, por cierto, es un problema real y vigente con las clínicas, pero que solo buscaba capitalizar políticamente para ganar votos sin tener la convicción de garantizar el servicio público.
Porque es evidente que la designación de Condori –removiendo a Cevallos, que mal que bien estuvo avanzando en la gestión de las vacunas– es un despropósito y una exposición de la salud pública. Tiene serios cuestionamientos, la nula experiencia de gestión y, sobre todo, porque es parte de la repartija del poder, esta especie de cuoteo político para satisfacer las ambiciones de Vladimir Cerrón.
Al final, no les importa la salud. Están demostrando que solo es válida la repartija del poder y no hay coherencia en las críticas que hacían sobre la mercantilización de la salud que, lamentablemente en esta pandemia, nos ha mostrado la miseria de varias clínicas –que traficaban con el dolor de las familias– y también de los funcionarios y autoridades que aprovecharon la pandemia para cometer delitos de corrupción deleznables.
La hipocresía de ciertos sectores de la izquierda –en realidad aventureros políticos– nos muestra que el discurso ideológico tiene su precio y se mercantiliza, y al final son iguales o peores que los dueños de aquellas clínicas.
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