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Reafirmando nuestro compromiso
¡Cuánto ha cambiado el Perú en las últimas dos décadas! De ser un patético caso de estatismo y violencia, como otros “estados fallidos”, hoy somos una economía pujante, una sociedad más afianzada y uno de los pocos países sudamericanos que pueden mirar al futuro con esperanza y expectativas.
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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com
Como nunca, los peruanos de hoy pueden invertir sabiendo que habrá mejores retornos mañana. Por ello se trasladan masivamente de la educación pública a la privada, adquieren seguros de salud, acceden a mejores productos domésticos, adquieren sus primeros medios particulares de transporte y mejoran la calidad de sus nutrientes y la de sus hijos.
No obstante, todo ello se hace a cuestas, "a pesar de…". Cambian los gobiernos y sólo vemos mejoras en una que otra provisión específica. Pero el Estado, así con la E en mayúsculas, sigue siendo el gran atrasado en esta historia de desarrollo.
¿Hasta cuándo seguiremos los peruanos esperando que la clase política y las instituciones se aboquen a servir a los ciudadanos? Lamentablemente, el juego de sillas que vemos cada quinquenio no asegura un cambio en las formas y procesos del estado. Somos nosotros, cada uno de aquellos que participamos día a día en la construcción de esa gran nación llamada Perú, los que necesitamos despertar y exigir aquello que, por derecho, nos corresponde, y que no es otra cosa que un Estado moderno, eficiente, honesto y que rinda cuentas.
En Perú21 sabemos que esta exigencia es amplia, que supone cambios estructurales no sólo en lo que se debe a la cuestión pública sino a la sociedad en su conjunto. Nuestros altos niveles de informalidad son un reflejo, en parte, de ello. Empero, no podemos dejar que el tiempo solucione nuestros problemas. Debemos tener un compromiso con el desarrollo, sobre todo por aquellos que no tienen forma de expresar su indignación.
Quisiera entonces saludarlos y comprometer nuestras páginas en esta lucha, que es tan nuestra como de ustedes. Si algo hemos aprendido en estos años es que la prensa se debe a las grandes batallas, sean estas populares o no en su momento. Ese será nuestro compromiso: brindarles información veraz y un análisis pertinente, aquél que les facilite adoptar las mejores decisiones en sus vidas y conocer el acontecer nacional. Esa es nuestra promesa.
No caeremos entonces en los facilismos, ni nos subyugaremos al poder político de turno, como tampoco callaremos cuando la denuncia involucre a los intereses privados. Aplaudiremos lo bueno, y seremos enérgicos en señalar lo malo. Si nos equivocamos, no dudaremos en rectificarnos. La verdad puede tener muchas aristas, y nuestra tarea es brindarle las diversas perspectivas para que usted dirima. Y cuando lo haga, queremos estar ahí para ser parte de ese proceso de cambio y mejoras. No acepten nada menos.
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