A Alejandro Toledo y Elian Karp tráeles un par de pasajes para que vengan a hacer turismo al Perú. Pero solo de venida. No necesitan de regreso porque se van a quedar.
Al alcalde de Lima tráele una calculadora para ver si de una vez por todas nos explica con números como así el ‘pico y placa’ ha mejorado el tráfico y los niveles de congestión en Lima.
A los fujimoristas tráeles cualquier cosa porque la verdad necesitan todo.
A Rosa Bartra, Yeni Vilcatoma y Nelly Cuadros tráeles una docena de camisetas a cada una para que puedan seguir cambiándosela cada vez que hay nuevas elecciones.
A los fiscales anticorrupción tráeles sentido común para que entiendan que su labor es demasiado importante para distraer recursos en ciertas prisiones preventivas que buscan más impacto mediático que verdadera efectividad en las investigaciones. Y que comiencen, de una vez, a formular acusaciones que permitan iniciar los juicios y obtener condenas efectivas.
A Venezuela tráele, por favor, libertad y democracia. Y a Maduro la prisión que merece.
Tráenos un candado para cerrar el Colegio de Abogados de Lima, desaparezca la colegiatura obligatoria y se acabe el circo que tenemos que espectar todos los fines de año en las elecciones carnavalescas para elegir a su decano.
A los notarios tráeles la aplicación de las normas de libre competencia para que dejen se hacer lobby dirigido a crear requisitos absurdos y cobrarnos por servicios que no añaden seguridad jurídica, pero sí les suman más ingresos a costa del bolsillo de los ciudadanos.
A Vizcarra tráele 1) un programa para gobernar porque nunca nos ha dado uno, 2) una explicación de por qué nombró a Villanueva como primer ministro, 3) alguna iniciativa (aunque sea una pequeñita) para promover inversiones que estamos necesitando para que no se siga cayendo el crecimiento y 4) un manual para que aprenda a leer la Constitución.
Al MEF, una predicción del crecimiento del PBI que, por lo menos el siguiente año, se cumpla y no una que va adelgazándose poco a poco durante todo el año para mostrarnos la pobreza de la política económica.
Una colección de libros de ficción como Pinocho, El amor en los tiempos del cólera y Metamemorias de Alan García. Y al Apra tráele un líder de verdad y, de ser posible, honesto y que diga la verdad.
Tráenos un paquete con verdaderas reformas constitucionales que mejoren el sistema político, como la eliminación del voto obligatorio y del voto preferencial, renovación por tercios del Congreso, elección de congresistas por distritos uninominales, un Congreso bicameral y un verdadero cambio en el sistema de justicia. Y de regreso llévate en tu trineo las reformas mamarrachentas de la Junta Nacional de Justicia y la no reelección de congresistas.
Trae una cédula de votación con octógonos negros que nos indiquen qué partidos “Contienen excesos de candidatos con procesos penales”, “Exceso de propuestas mentirosas y sin base”, “Excesivas omisiones en las declaraciones juradas de sus integrantes” y “Exceso de congresistas que seguirán haciendo lo mismo que los anteriores”.
Tráenos (y esto es lo más difícil) un Congreso que funcione, que no pierda su tiempo en tonterías y que haga reformas importantes. Pero sabemos que incluso tú tienes límites para traer cosas imposibles.