[Opinión] Richard Arce: “Puno en alerta”

La situación que se está viviendo en Puno hasta el día de hoy debe llamar la atención inmediata, no solo del Ejecutivo sino de todo el país, porque es un error creer que la conflictividad ya terminó y que Puno es solo un rezago. En principio, es peligroso hacer esta apreciación porque estarían ninguneando la problemática subyacente de una región importante del sur que se sigue manifestando. Aquí se requiere una respuesta inteligente del Gobierno y del Estado en su conjunto, para retomar la confianza en Puno y que permita distender la conflictividad.

Tratar de militarizar, como piden algunos sectores interesados, que inclusive insisten en enviar un contingente grande de policías y militares para tomar el control de la región, es un error estratégico, porque tienes ya un ambiente de conflictividad, con los ánimos caldeados y encima el antecedente de los 18 civiles muertos en las protestas en el aeropuerto de Juliaca, que después desencadenó en saqueo y vandalismo en la ciudad, con el terrible suceso de haber capturado, torturado y después quemado vivo a un policía.

En la proyección de escenarios, deberían ponderar la posibilidad de que otro error o abuso en el uso indiscriminado de la fuerza, podría volver a activar el conflicto y nuevamente movilizar a otras regiones que hoy están prácticamente en tregua, en una tensa calma, pero hay paz social. Entonces, estratégicamente no se puede volver a generar un ambiente de conflictividad, porque ya aprendimos de la capacidad de movilización y las acciones violentas que ha tomado un sector de las protestas en el sur del país.

Ahora, la alternativa es inmediatamente abordar la problemática de fondo que existe en Puno, como son la contaminación de la cuenca del río Coata y del río Ramis, aparte de atender los problemas de la minería ilegal en La Rinconada y también, de otro lado, los problemas del contrabando y hasta el narcotráfico.

Tienen que ser muy prudentes con los mensajes que salen desde Palacio de Gobierno, porque la herida todavía está a flor de piel y sería negligente volver a activar la conflictividad. Recuerden que los puneños han sido capaces de suspender la fiesta de la Virgen de la Candelaria.