DONETSK (Reuters).– Trece soldados y un general ucranianos murieron ayer luego de que los separatistas prorrusos derribaran un helicóptero del Ejército.
El presidente interino, Oleksander Turchinov, dijo que el helicóptero, que llevaba provisiones para el este de Ucrania, había sido derribado por fuego antiaéreo desde cerca de la ciudad de Slaviansk, la cual está bajo control de los separatistas desde principios de abril. Sin embargo, el autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, negó que los rebeldes hubieran derribado el helicóptero enemigo.
En Lugansk, los 80 soldados de reemplazo que cumplían el servicio militar obligatorio en una unidad de las afueras de la ciudad rebelde rindieron ayer su cuartel a las milicias prorrusas tras un breve tiroteo.
Ante ese panorama, Rusia pidió a los países occidentales que presionen a las autoridades ucranianas para que cese la escalada de violencia en el este del país y así evitar una "catástrofe nacional".